Desde hace más de dos años, este columnista vaticinó en este espacio que se convertiría en una zona liberada, tan igual o peor que el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), el emporio del narcotráfico y los rezagos del grupo terrorista Sendero Luminoso. En ambos lugares, el Estado está por perder la guerra por la inoperancia de nuestros gobernantes y autoridades.

El brutal asesinato de trece trabajadores de una compañía que le daba servicios indirectos a la minera Poderosa, que los peruanos vimos horrorizados el mediodía del domingo por unos videos que fueron colgados en las redes sociales, ratifica aquel vaticinio. Lo que es peor, confirma que la estrategia del Gobierno para enfrentar esa lacra ha fracasado rotundamente, pese a que es una zona declarada en emergencia y en donde se encuentran cerca de mil efectivos.

Es indignante cómo se han desatado los hechos. Los empleados fueron secuestrados el 26 de abril. Las noticias eran alarmantes, pero el miércoles pasado el premier Gustavo Adrianzén puso en duda la veracidad del secuestro. Vergüenza debería darle.

Recién ayer el ministro del Interior, el fantasma Julio Díaz, viajó a la zona. Y lo mismo hizo el jefe de la Policía, el general Víctor Zanabria, quien hace unos días, cuando ya se sabía del secuestro, estaba rumbeando y empinando el codo en un conocido bar del centro de Lima, acompañado de unas amiguitas.

Una de las personas que mejor ha descrito la situación de lo sucedido es Luis Vargas, el joven y batallador periodista del programa ‘Panorama’. Vargas es el único reportero peruano que ha podido ingresar a las bocaminas y túneles subterráneos de los mineros ilegales. Entrevistado el domingo en su programa, dijo que los trece mineros fueron asesinados el mismo día que los secuestraron, es decir el 26 de abril. Los delincuentes filtraron la versión del secuestro para ganar tiempo y ponerse a buen recaudo.

El reportero aseguró que, según fuentes que ha podido captar en los varios viajes que ha hecho a dicha zona, los asesinos pertenecen a la banda de Miguel Rodríguez Díaz, un sanguinario criminal apodado ‘Cuchillo’. Lo sorprendente es que ‘Cuchillo’ fue detenido el año 2023, pero posteriormente fue dejado en libertad. ¿Dónde están las autoridades responsables de esa liberación?

Vargas describió que Pataz es una zona de guerra, en donde el mando lo tienen las mafias que controlan el negocio del oro ilegal. Esa zona está llena de cerros, quebradas y desiertos, lo que hace casi imposible el ingreso de las fuerzas del orden.

En la actualidad, hay cerca de mil policías y militares operando allí, pero sin resultados. Nadie está preparado para intervenir en las tenebrosas bocaminas donde se esconden los criminales. Y las acciones de inteligencia e infiltración son difíciles de hacer. Es lo mismo que ocurre en el VRAEM, en donde han muerto centenares de efectivos.

El terrorismo otra vez nos respira en la nuca. Nos vemos el otro martes.

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