Nicolás Maduro  (Foto: Juan BARRETO / AFP)
Nicolás Maduro (Foto: Juan BARRETO / AFP)

La primera vez que escuché hablar del Cártel de los Soles fue en el año 2001 cuando estuve en Venezuela cubriendo la captura de , quien había fugado a ese país.

Una fuente de inteligencia antidrogas de la embajada peruana me contó que esa organización, según información que manejaban, se dedicaba al narcotráfico de alto vuelo. Estaba integrada por la cúpula militar de ese país, encabezada por el mismísimo presidente Hugo Chávez, quien también era miembro del Ejército. Todos los generales se ponen el emblema de un sol en sus charreteras, de allí el origen del nombre de esa banda.

El despliegue de seis buques de guerra y 6700 marines en las costas de Venezuela, ordenado la semana pasada por el presidente estadounidense Donald Trump, me ha hecho recordar esa información que recibí en aquella oportunidad.

Aún es un misterio qué es lo que pretende Trump con esa movilización cinematográfica, pero parece querer combatir en serio el narcotráfico enquistado en ese país. A través del mar venezolano, el mexicano Cártel de Sinaloa y la banda transnacional el Tren de Aragua pasan, diariamente, toneladas de cocaína, metanfetamina y el mortal fentanilo, que invaden las calles norteamericanas y han causado la muerte de cientos de miles de ciudadanos.

Trump no se ha andado con chiquitas. Lo primero que hizo fue declarar al Cártel de los Soles como una organización terrorista y luego subió la recompensa por la captura de Nicolás Maduro a 50 millones de dólares.

Maduro dice que el Cártel de los Soles es un ‘invento’, pero muchos hechos lo desmienten. Para empezar, los propios sobrinos de Maduro y su esposa Cilia Flores —Efraín Campo Flores y Franqui Flores de Freitas— fueron declarados culpables por un jurado en Nueva York, por conspirar para traficar 800 kilos de cocaína de alta pureza desde Venezuela a Estados Unidos, vía Honduras.

Pero mucho antes, en el año 2005, el entonces presidente Hugo Chávez expulsó de su país a la DEA, el organismo estadounidense que reprime el narcotráfico en todo el planeta. El campo quedó abierto para los narcos.

Actualmente, en los tribunales norteamericanos son juzgados por narcotráfico generales, ministros y altos funcionarios del entorno de Hugo Chávez, Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, actual ministro del Interior. Entre ellos está el piloto privado que tenía la esposa de Maduro.

El Cártel de los Soles también estuvo vinculado con las FARC, el grupo terrorista colombiano, a través de un militar llamado Henry Rangel Silva. El Departamento de Tesoro de Estados Unidos ordenó congelarle sus cuentas bancarias y bienes que tenía en ese país. Existían evidencias que Rangel había apoyado a las FARC en envíos de cocaína y armamento.

La pregunta del millón de dólares es: ¿Donald Trump prepara una acción para capturar a Nicolás Maduro con ayuda de militares disconformes con el régimen chavista o se trata de un atarante? El tiempo lo dirá. Nos vemos el otro martes.

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