Redes hunden a Mijael Garrido Lecca por supuesta foto falsa con distintivos del Ejército

Sigue en el ojo de la tormenta. Luego del escándalo por sus supuestos falsos cargos dentro del Ejército, Mijael Garrido Lecca volvió a causar la reacción de las redes sociales al compartir la ‘fotografía completa’ de una imagen (que ha sido causa de innumerables memes) donde se le ve con el uniforme y varias medallas de la institución castrense.

Todo comenzó con un post de Facebook donde el militante aprista se muestra delante de la sede del Jurado Nacional de Elecciones y asegura que están ‘listos para la audiencia’, la misma que evaluará si puede o no postular al Congreso en estas próximas elecciones.

Las reacciones no se hicieron esperar. Un cibernauta comentó con una ‘noticia’ de ultimanoticia.pe que compara la película ‘Rescatando al soldado Ryan’ con una famosa fotografía de Mijael Garrido Lecca con el uniforme y medallas del Ejército.

De inmediato, el abogado contestó: “Acá te dejo la foto completa. Para que veas lo que le hace el poder a quienes lo retan” y adjuntó la misma foto - no recortada - en la que se le ve al lado del presidente Martín Vizcarra.

Sin embargo, lo que jamás esperó fue que par de detalles en la imagen fuera a generar una nueva avalancha de críticas. “Es foto es más falsa que Mijael, faltó finura en el Photoshop”, escribió un usuario que amplió la captura y resaltó un desfase en el cuello del presidente.

Mijael Garrido Lecca volvió a responder y aseguró que el problema responde a ‘mal sastre’ de Vizcarra. “Si crees que es photoshop tienes un problema. Vizcarra también tiene un mal sastre”, escribió.

Cuando el número de críticas aumentó, el militante aprista comenzó a compartir fotografías de él armado con el uniforme del Ejército en el Vraem y de sus diplomas y certificados de la institución castrense. “¿Esto si es verdad?”, les preguntó a sus detractores.

Comentarios más adelante, otro usuario de Facebook resaltó un nuevo y sospechoso detalle de la primera fotografía compartida por Mijael. Esta vez, era el propio cuello de su camisa el que se veía desfasado y sin los bordes precisos.