La tarde del jueves 4 de septiembre, el expresidente Martín Vizcarra volvió a cruzar la puerta del penal de Barbadillo en libertad. Atrás quedaban 22 días de encierro que, según sus propias palabras, lo marcaron de manera dura pero también lo fortalecieron. Decenas de simpatizantes lo esperaban con banderas y cánticos, celebrando el fallo judicial que anuló la orden de prisión preventiva que lo mantenía recluido.
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La Tercera Sala Penal Nacional de la Corte Superior resolvió que la medida de seis meses de detención dictada el 13 de agosto no tenía sustento legal. Con ello, Vizcarra quedó libre de forma inmediata, aunque seguirá afrontando los procesos por presunto cohecho pasivo propio en torno a las obras de Lomas de Ilo y el Hospital Regional de Moquegua.
Fotos: Hugo Perez / @photo.gec
“Esta decisión confirma lo que siempre dijimos: no existían los requisitos para dictar prisión preventiva. No había peligro de fuga ni obstrucción del proceso. La medida fue ilegal”, afirmó el exmandatario, acompañado por su hermano Mario, al reencontrarse con la prensa en los exteriores del penal.
Vizcarra aprovechó para denunciar presuntas irregularidades en su detención. Contó que pasó su primera noche en un piso frío de la carceleta de La Victoria y que luego fue trasladado sin explicación al penal de Piedras Gordas, donde durmió cinco días al lado de internos con sida y tuberculosis.
“En estos 22 días la he pasado muy difícil, el primer día, en la carceleta de La Victoria, he dormido en un piso frío. Después, cuando me trasladaron sin justificación al penal de Piedras Gordas. Por cinco días, dormí con internos contagiados de sida y tuberculosis”, narró.
“A pesar de todo, salgo fortalecido”, agregó.
EL EXPRESIDENTE PROMETE QUEDARSE EN EL PAÍS
El exjefe de Estado insistió en que no tiene planes de abandonar el Perú. “No me voy a fugar, no me voy a asilar, no me voy a exiliar. Voy a enfrentar este proceso aquí, porque respeto a quienes confían en mí y respeto al sistema judicial peruano. Es mi palabra de honor”, subrayó.
A su salida, también se mostró agradecido con los seguidores que le enviaron mensajes y oraciones durante su encierro. “Gracias a los millones de peruanos que me dieron su respaldo. Eso me ayudó a resistir”, expresó frente a la multitud que lo ovacionaba.
La proyección política de Vizcarra no quedó de lado. Pese a estar inhabilitado para ejercer cargos públicos, anunció que seguirá recorriendo el país para difundir las propuestas de su agrupación, Perú Primero. “Vamos a continuar con el trabajo político, llevando nuestro mensaje a los peruanos”, dijo.
Fotos: Hugo Perez / @photo.gec
Su abogado, Erwin Siccha, fue más allá y adelantó que evalúa denunciar por presunto prevaricato al juez Jorge Chávez Tamariz, quien ordenó inicialmente la prisión preventiva. “El magistrado utilizó un hecho falso, al señalar que el arraigo familiar de mi patrocinado estaba en debate. Eso nunca sucedió”, afirmó.
El desenlace de esta batalla judicial marca un nuevo capítulo en la vida del exmandatario. El Ministerio Público continuará con las investigaciones sobre los millonarios proyectos en Moquegua, mientras Vizcarra busca capitalizar políticamente su liberación. Lo cierto es que, tras más de tres semanas tras las rejas, el expresidente vuelve a la arena pública con un mensaje de resistencia y con la mira puesta en recuperar influencia.
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