
El expresidente Martín Vizcarra fue trasladado desde la sede del Poder Judicial hasta la carceleta de la Corte Superior de Justicia de Lima para pasar por los exámenes del médico legista. Fue conducido en una camioneta gris, acompañado por un fuerte resguardo policial, como parte del proceso previo a la clasificación penitenciaria que definirá en qué centro del INPE cumplirá su condena.
A las afueras del local, su hermano Mario Vizcarra llegó llevando ropa de cambio y útiles de aseo. Su intención era asistirlo en sus necesidades personales, pero no pudo ingresar. Entre los pasillos y controles de seguridad, quedó claro que las decisiones ya no dependían de la familia, sino del protocolo judicial y penitenciario.

Mario señaló que el expresidente “se encuentra preocupado” y que ni él ni su entorno saben si el traslado a un penal ocurrirá hoy. La incertidumbre marcó su presencia, mientras esperaba alguna novedad sobre el proceso de clasificación penitenciaria.
La diligencia se da luego de que Martín Vizcarra fuera sentenciado a 14 años de prisión por haber sido hallado culpable de recibir S/ 2.3 millones en los casos Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua. Afuera, su hermano habló largo y tendido sobre su posición frente a la sentencia.
“ES UNA PRISIÓN DOLOROSA Y EXCESIVA”
Consultado sobre sus primeras impresiones tras la sentencia, Mario Vizcarra afirmó: “Se ha consumado lo que hace años se venía gestando: una persecución política que ahora determina una prisión dolorosa, muy excesiva, de catorce años, por alguien cuyo único delito fue perseguir y desembarcar a los mafiosos”.
Ante las menciones a pruebas presentadas en el juicio, sostuvo con firmeza: “Ninguna prueba, ninguna prueba, solamente son dichos de aquellos colaboradores eficaces. Esos colaboradores son personas que dependen laboralmente de los colaboradores eficaces”. También negó que se trate de personas del entorno privado del expresidente.
Mario continuó señalando directamente a las empresas que acusaron a su hermano. “Los ladrones están circulando. Esos ladrones que lo acusan a Vizcarra tenían una reparación civil de más de mil millones de soles. Reconocieron delitos en treinta y dos obras y están circulando por las calles. Esas dos empresas ahorita están nuevamente habilitadas para contratar con el Estado”, afirmó.
Pese al escenario adverso, afirmó que no se quedarán de brazos cruzados: “Vamos a apelar y vamos a demostrar que lo que hacen con Vizcarra es una patraña”. Sobre las acciones inmediatas, dijo que solo pueden asistirlo en lo personal y que la defensa legal ya evalúa los caminos judiciales para continuar la disputa.

¿A QUÉ PENAL IRÁ MARTÍN VIZCARRA?
La pregunta que todos los presentes repetían también fue trasladada a Mario Vizcarra: ¿a qué penal será llevado el expresidente? Su respuesta fue tajante: “No sabemos todavía, no sabemos. Es una comisión la que determina su traslado”.
Explicó que el examen médico legal puede tomar tiempo y que esa parte del proceso está fuera de su alcance. Cada paso depende de la coordinación entre la Policía Judicial y el INPE, cuyo procedimiento definirá la ruta final del exmandatario.
Aseguró que su hermano no esperaba una sentencia de este nivel y que lo encontró naturalmente preocupado antes de conocer el fallo. En medio de la conmoción, Mario insistió en que todo está en manos de las entidades competentes y que ellos solo pueden esperar la decisión oficial.
Finalmente, al ser consultado sobre el impacto en su organización política, respondió con total convicción: “¡Muy fortalecido! Las próximas visitas a provincias se las vamos a mostrar. Este domingo vamos a estar en Iquitos. Mi teléfono no para de sonar”. Aseguró que recibe muestras de solidaridad y rechazo a lo que calificó como “una medida abusiva patrocinada por los delincuentes”.
Mientras tanto, el expresidente continúa en la carceleta esperando su clasificación. Y afuera, la interrogante sigue abierta: ¿a qué penal será finalmente enviado Martín Vizcarra?











