Martín Vizcarra, que hace solo unas semanas se desempeñaba como presidente de la República, se presentó este martes en la sesión de la Comisión de Fiscalización del Congreso, aunque se acogió a su derecho de guardar silencio y minutos más tarde se retiró.
El exmandatario indicó que llegó al Parlamento con toda la disposición de conversar y absolver las dudas de los congresistas, hasta que le indicaron que la sesión sería reservada. “No me consultaron”, dijo.
“Conversé con mi abogado y vimos la injusticia”, agregó Vizcarra, resaltando que las acusaciones en su contra son públicas pero cuando le toca hacer su descargo tiene que ser reservado.
“Ellos cambian las reglas del juego de un momento a otro, para que mis respuestas y aclaraciones no las conozca la población”, dijo el expresidente, que indicó que los dos casos en su contra son los de Richard Swing y el de Lomas de Ilo.
Asimismo, solicitó que levanten la reserva de la reunión para que se sepa como se dieron los acontecimientos. “Nosotros al saber que la sesión iba ser reservada decidimos guardar silencio, pero con toda la disposición de escuchar a los congresistas. Pero, cuando empezaron a hablar no fueron consultas o interrogantes, sino acusaciones e insultos y uno como ciudadano no puede aceptar que por más autoridad que sea, dejarse faltar el respeto”, agregó.
En ese sentido dijo que tres parlamentarios le lanzaron juicios de valor, agravios e insultos y ‘yo como ciudadano no voy a aceptar eso’. Finalmente, adelantó que no regresará a la comisión de Fiscalización del Congreso puesto que ellos ya tienen su informe de recomendaciones listo en su contra.