El expresidente Manuel Merino negó que le haya pedido al entonces ministro del Interior, César Gentille, reprimir las protestas en su contra luego de juramentar al cargo el pasado 10 de noviembre, sino que le pidió que “asuma sus responsabilidades”.
“La gente de Vizcarra abandonó Palacio de Gobierno. Cuando yo llegué habían renunciado todos. En la PCM también. Lamentablemente el ministro del Interior, que era el más importante, a quien tuve la oportunidad de conversar con él y pedirle que asuma sus responsabilidades, yo no lo llamé para decirle: ‘vaya y mate’”, dijo a Willax TV.
Asimismo, reiteró que por mandato constitucional le correspondía asumir el cargo una vez que se produjo la vacancia de Martín Vizcarra y también se refirió a la asunción de Francisco Sagasti.
Aseguró que Vizcarra Cornejo es “una persona corrupta y coimera”, y remarcó que no es un golpista porque le correspondía asumir la Presidencia en su condición de titular del Congreso y debido a que no existía un vicepresidente.
“Manuel Merino no es golpista, asumió constitucionalmente la presidencia de la República por mandato constitucional porque así correspondía, porque no tenía un vicepresidente que reemplace al señor Vizcarra”, expresó.
“La diferencia es que Manuel Merino asumió la Presidencia porque le correspondía. El señor Sagasti, prácticamente siendo minoría, ha asumido la Presidencia de la República. Lo nuestro fue propio del debate de una vacancia de una persona corrupta y coimera”, añadió.
Merino de Lama también acusó a la prensa de “poner en peligro al país” por pensar en su interés personal y de azuzar a los jóvenes a protestar. También afirmó que infiltrados habrían causado la muerte de Inti Sotelo Camargo (24) y Bryan Pintado Sánchez (22).
“Manuel Merino era un obstáculo para banqueros, para las AFP y para los propios medios de comunicación, porque ellos más allá del peligro que han puesto al país, pensaron en su interés personal. Hoy están cosechando lo que están sembrando”, acotó.
Merino también cuestionó el accionar de la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, porque no actuó con la misma diligencia en el caso de los 13 fallecidos en la discoteca Thomas Restobar de Los Olivos y la muerte del excongresista Moisés Mamani, la que calificó de “sospechosa”.