
INDIGNANTE. La congresista Lucinda Vásquez, integrante de Juntos por el Perú - Voces del Pueblo - Bloque Magisterial, se encuentra en el centro de la polémica tras la difusión de un reportaje de Cuarto Poder que la muestra recibiendo servicios personales de sus trabajadores durante el horario laboral. En una de las imágenes más comentadas, un asesor aparece cortándole las uñas de los pies dentro de su despacho parlamentario.
Lejos de admitir responsabilidad, la legisladora difundió un comunicado en el que niega haber obligado a sus trabajadores a cumplir tareas domésticas o humillantes, y asegura que todo se trata de una “venganza” orquestada por extrabajadores de su equipo. “Rechazo categóricamente cualquier intento de manipulación que busque distorsionar mi labor parlamentaria”, expresó.

La congresista calificó el reportaje como un “ataque sin precedentes” y sostuvo que las acusaciones tienen como objetivo mancillar su honor y su reputación. “Esta situación demuestra un ataque sin precedente que busca generar zozobra en mi entorno y pánico a la ciudadanía”, señaló en su pronunciamiento.
Según Vásquez, los excolaboradores que hoy la acusan “no aceptaron” que ella impidiera que usaran sus puestos para cumplir intereses personales o políticos. “No les permití aprovecharse de sus cargos”, afirmó en su defensa.
LA FOTO QUE DESATÓ EL ESCÁNDALO
El reportaje del dominical mostró una fotografía tomada en noviembre de 2024, donde se ve a Edward Rengifo Peso, sobrino-nieto de la congresista y asesor en su despacho, cortándole las uñas de los pies mientras ella reposa en un sofá.
Pero la imagen no fue el único registro. Otros videos muestran a dos trabajadores más —Willer Sajani Collantes y Luis Llaguento— cocinando para la legisladora y su esposo, e incluso lavando los servicios en su domicilio. Todo, según la denuncia, durante horas de trabajo pagadas por el Estado.
La difusión de las imágenes generó una ola de indignación y críticas desde diversos sectores del Congreso. Para algunos, se trataría de un caso claro de uso indebido de recursos públicos, lo que podría constituir el delito de peculado.
A pesar de ello, Vásquez insistió en que la información fue “manipulada y descontextualizada” con el fin de dañar su imagen. “Exhorto a la ciudadanía y a los medios de comunicación a no dejarse sorprender por declaraciones sin sustento”, manifestó.

ÉTICA EVALÚA INVESTIGACIÓN
El presidente de la Comisión de Ética del Congreso, Elvis Vergara (Acción Popular), confirmó que solicitará iniciar una investigación de oficio contra la parlamentaria.
Vergara indicó que la medida busca determinar si Vásquez incurrió en faltas éticas o delitos por el presunto uso de personal del Congreso para fines personales. Ese mismo día, además, la congresista deberá presentar sus descargos por una denuncia previa relacionada con presunto recorte de sueldos.
El caso ha abierto un nuevo capítulo en la discusión sobre los abusos de poder dentro del Parlamento. Varios exfuncionarios del Congreso señalaron que las conductas atribuidas a Vásquez evidencian un “uso grosero del poder parlamentario”.
Mientras tanto, la parlamentaria se mantiene firme en su posición: “Ratifico mi compromiso con la transparencia, la ética y el respeto a la dignidad”, escribió al cerrar su comunicado. Sin embargo, el video y las fotografías que dieron origen a la denuncia siguen circulando y generando indignación en la opinión pública.




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