El último lunes el Poder Judicial ordenó la detención preliminar del gobernador regional de Áncash, Juan Calos Morillo Ulloa, quien viene siendo investigado por el delito de colusión agravada por presuntas irregularidades en la adquisición y procesos en los hospitales de la región frente a la emergencia por la pandemia del coronavirus.
La medida, solicitada por la Fiscalía Anticorrupción de Áncash y dictada por el Quinto Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Justicia de Áncash, tiene un plazo de siete días y también incluye a otros ocho funcionarios estatales y una empresaria.
Morillo fue detenido la mañana del último lunes, cuando acudió a la sede de la Octava Fiscalía Anticorrupción de Huaraz para dejar su pasaporte. Frente a su detención, recordamos una columna de nuestro periodista de investigación Miguel Ramírez, quien en 2018, antes de ser elegido gobernador, advirtió quién era Morillo y hasta que tenía una sentencia por violencia familiar.
Juan Carlos Morillo Ulloa, el maltratador que busca ser gobernador | Historias Nunca Contadas
Áncash parece ser una región perseguida por la maldición de la corrupción. En Huaraz y Chimbote, donde estuve hace unos días, la población recuerda a César Álvarez (a) ‘La Bestia’, hoy preso, quien encabezó una organización delictiva que las autoridades aún investigan. Aunque parezca increíble, la historia parece querer repetirse en las elecciones de este domingo 9 de diciembre. Uno de los candidatos a la región Áncash es Juan Carlos Morillo Ulloa, de Somos Perú, quien tiene una sentencia firme ¡por maltratar a su excónyuge y a su menor hijo!
El 30 de abril del 2015, Juan Carlos Morillo Ulloa irrumpió en la casa de su expareja, Elsi Altamirano Martínez, de la que estaba separado hacía seis años. Luego de agredirla físicamente, la emprendió contra su menor hijo. “Me puse de rodillas para que mi padre no siguiera agrediendo a mi madre. ‘Tú no eres mi hijo’, me dijo. Y se fue tirando la puerta”, relató el menor ante las autoridades. Juan Carlos Morillo Ulloa expuso una serie de coartadas para eludir su responsabilidad, pero todas fueron descubiertas y desestimadas por el juez Wilmer Tantas Saavedra, quien lo sentenció por violencia familiar.
Lo grave del caso es que Juan Carlos Morillo Ulloa no consignó esta sentencia en su hoja de vida que presentó ante el Jurado Electoral Especial de Áncash. De acuerdo a lo investigado, no hubo rigor en verificar lo declarado por el postulante. Juan Carlos Morillo Ulloa, además, tiene otras sentencias firmes por emitir cheques sin fondos, omisión a la sentencia familiar y una por no pagar deudas pendientes. Este columnista buscó reiteradamente a Juan Carlos Morillo Ulloa en Chimbote, pero el candidato no respondió. Le dejamos un mensaje en su celular y también hablamos con su asesor Gilbert Bacilio, sin respuesta alguna. También llegamos a su oficina particular, donde funciona una discreta y bien equipada central partidaria, pero no estaba. Nos pidieron hasta el número de DNI, pero Morillo nunca nos llamó.
El otro candidato es Juan Rebaza, del partido ‘El Maicito’, sobre quien no existen mayores antecedentes, salvo que fue ministro de Pesquería en el primer gobierno Alan García (1985-1990). “Ahora me quieren vincular con César Álvarez. Yo he combatido a ese corrupto. Hasta ponen carteles de esa supuesta vinculación. Eso es falso. Han amenazado a mi familia. El verdadero candidato de Álvarez es Morillo. Su campaña es millonaria”, nos dijo. En efecto, en un recorrido por las principales avenidas de Chimbote, como José Pardo, Enrique Meiggs y el centro de la ciudad, se ven imponentes y costosos carteles con la foto del candidato Juan Carlos Morillo Ulloa.
“Lo poco que hemos tenido lo invertimos, no digamos que hay una millonada en mi campaña”, dijo Juan Carlos Morillo Ulloa, en una entrevista que dio a un medio local, pero los hechos lo desmienten. Áncash es la tercera región más importante del país, que tiene un presupuesto anual de mil 400 millones de soles. Ojalá este domingo los ancashinos sepan decidir bien.
**Los artículos firmados y/o de opinión son de exclusiva responsabilidad de sus autores.