El Poder Judicial declaró ilegal al partido A.N.T.A.U.R.O, de Antauro Humala. (Foto: GEC)
El Poder Judicial declaró ilegal al partido A.N.T.A.U.R.O, de Antauro Humala. (Foto: GEC)

Para los peruanos que hemos vivido el terrorismo malsano de Sendero Luminoso en los años ochenta y noventa, la disolución del , el órgano de fachada político y electoral de esa agrupación, es histórica y fortalece nuestra democracia.

La partida de defunción la emitieron la semana pasada los vocales Teófilo Salvador Neyra, Mercedes Pareja y William Lago Villafana, quienes dejan un legado en la historia de la violencia que vivió el país.

Tuvieron que pasar diez largos años para que esa agrupación, creada por el líder senderista Abimael Guzmán, quedara completamente extinguida. Él la ideó en el año 2009 en su celda de la Base Naval del Callao, donde se encontraba recluido desde 1992. Su siniestro plan consistía en insertar a sus huestes en el sistema electoral para conseguir su libertad.

“Abimael Guzmán estaba convencido (de) que solo constituyendo un movimiento que participe en las elecciones generales podría salir en libertad”, dice la sentencia de los magistrados.

El plan de Guzmán y su Movadef fue descubierto en el año 2010 a través de la ‘Operación Perseo’, uno de los trabajos de inteligencia más notables realizado por agentes de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote), a varios de los cuales este columnista conoció y luego fueron retirados injustamente, pese a su trayectoria.

La pista llegó desde las cárceles en donde se encontraban presos varios dirigentes de Sendero, entre ellos Elena Iparraguirre, la esposa de Guzmán. Se conoció que Alfredo Crespo, el abogado del terrorista, era el encargado, en la sombra, de darle formalidad al organismo de fachada.

Como en una película, varios policías se infiltraron en las prisiones, captaron a exmilitantes, recopilaron documentos, manuscritos y realizaron interceptaciones telefónicas legales. La gran certeza de lo que investigaban llegó en el año 2011 cuando un senderista, llamado Gamero Quispe, solicitó la inscripción del Movadef ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), que meses después la rechazó.

Cuando esto ocurrió, la Policía interceptó una conversación clave entre Alfredo Crespo, el abogado de Abimael Guzmán, y una senderista presa.

Crespo le dijo: “Hemos tratado este asunto y nos hemos reunido anoche. Hoy día también nos vamos a reunir al mediodía. Por favor, le dice a la ‘profesora’ que vamos a estar allí (en el penal) a las nueve y media para conversar con ella sobre esto”. La ‘profesora’ era Elena Iparraguirre.

Su interlocutora le respondió: “Es urgente e imprescindible que vaya con el doctor Fajardo a visitar al ‘doctor’ y que por favor le lleven la resolución”. El ‘doctor’ era Abimael Guzmán.

Con todo este cúmulo de pruebas, en el año 2012 la fiscalía denunció a 49 senderistas, entre ellos a sus más connotados dirigentes, que ahora pagarán sus culpas por siempre.

Otro gran triunfo, aunque con menos relevancia, es la decisión del Poder Judicial de declarar ilegal al partido A.N.T.A.U.R.O, del asesino de policías Antauro Humala, que había sido legalizado por el JNE.

Los dos sucesos demuestran que nuestra democracia cuenta con las armas necesarias para neutralizar a organizaciones violentistas. ¡Terrorismo nunca más! Nos vemos el otro martes.

*Los artículos firmados y/o de opinión son de exclusiva responsabilidad de sus autores


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