POR: MIGUEL RAMÍREZ / Periodista de investigación

Apenas el expresidente se mató, sus familiares pretendieron quedarse con las costosas propiedades que adquirió, presuntamente con dinero de las coimas que recibió de la empresa corrupta Odebrecht y de otros negocios.

La semana pasada, sin embargo, recibieron un duro golpe a sus pretensiones: el Poder Judicial rechazó su pedido para que se anularan los embargos preventivos que existen contra los inmuebles.

Entre estos se encuentran una residencia en Miraflores, un estacionamiento para yate en la playa Los Pulpos y otros más, obtenidos durante su segundo mandato (2006-2011). Precisamente, durante ese periodo la empresa brasileña fue favorecida con millonarias obras públicas.

Las propiedades fueron embargadas luego de que su exsecretario personal, Luis Nava, confesara que Jorge Barata –el otrora mandamás de la empresa brasileña en Lima- le entregaba dinero escondido en maletines y hasta en loncheras, en el mismo Palacio de Gobierno.

“No vi ni conté el dinero porque el maletín tenía clave y Jorge Barata me dijo que el presidente sabía la clave (…) El maletín entregado por Jorge Barata yo se lo entregué al expresidente Alan García en Palacio de Gobierno”, declaró Nava, hoy con arresto domiciliario.

La residencia de García en Miraflores, adquirida terminado su segundo mandato, aún guarda muchos secretos. Unas fuentes que conocen detalles de su edificación, dicen que su valor es más elevado de lo que consignó el mandatario. Se hicieron varias y costosas modificaciones al plano original que nunca se notificaron al municipio.

El inmueble tendría hasta sótanos que las autoridades no han podido descubrir, pues aún continúa en poder físico de su familia. Apenas estalló el escándalo Lava Jato, con la clara intención de proteger el bien, García se lo transfirió, como ‘adelanto de herencia’, a su hijo Federico Danton, quien aún era menor de edad.

Su vástago, por cierto, recibe mensualmente S/.15 mil por el fallecimiento de su padre.

Pese a su muerte, hasta ahora continúa apareciendo sorprendente información sobre la cuantiosa fortuna de Alan García. La semana pasada, la Unidad de Investigación de América Noticias destapó otras sospechosas operaciones inmobiliarias.

En marzo del 2015, García firmó un contrato con la empresa Inversiones Inmobiliarias Tesla SA, que se había formado dos meses antes con un capital de S/.200. El líder aprista entregó US$900 mil para que fuera invertido. Tres años después, la compañía le devolvió un millón 140 mil dólares, incluidos los intereses.

Lo sintomático es que como fundadoras de la compañía aparecen Karina Leuridan Ruiz y Carolina Membrillo Soifer, que entonces tenían 39 y 28 años, respectivamente.

Cuando fue ubicada por los periodistas, Leuridan negó ser la propietaria de la compañía. Dijo que ¡nunca conoció a Alan García y tampoco recibió semejante préstamo!

Los peruanos no debemos olvidar que cuando García salió presidente en 1985 declaró, como único bien, un reloj, pero luego se volvió millonario. Nos vemos el otro martes.



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