Hace 5 años, exactamente el 28 de junio de 2016, el entonces titular del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Francisco Távara, entregó a Pedro Pablo Kuczynski (PPK) las credenciales que lo ratificaban como presidente del Perú para el período 2016–2021. La situación era muy diferente a lo que pasa hoy, donde el máximo ente electoral aún está debatiendo las impugnaciones realizadas por Fuerza Popular a las actas de las elecciones de segunda vuelta.
En su discurso, PPK, quien también le había ganado por 41 mil 438 votos a Keiko Fujimori, destacó que el Perú necesita “mantener la unión” después de un proceso electoral muy reñido en el que quedaron las evidencias las “muchas diferencias que hay entre nosotros”.
“Y unión significa que todos deben poner su hombro, su cuota aparte. Y a veces, tragarnos nuestras objeciones y trabajar juntos”, destacó Kuczynski.
Kuczynski, en un aparente mensaje al fujimorismo, exhortó al país a mantener la unión a pesar de las diferencias que puedan existir.
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PPK, quien ahora es procesado por su presunta implicancia en la trama Odebrecht, también destacó que por primera vez en la historia republicana del Perú, se realice una cuarta transición consecutiva de manera democrática. Añadió que ello se debe mantener en el futuro.
FUJIMORISTAS NO FUERON
En aquella oportunidad, ni un solo congresista o representante del fujimorismo fue a la ceremonia. Solo estuvo el excongresista naranja Fernán Altuve, quien acompañó al entonces alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, en el palco municipal. También acudió el expresidente Alejandro Toledo, de quien PPK fue su ministro años antes. Hoy, el exmandatario aguarda en Estados Unidos un pedido de extradición de parte de la justicia peruana por haber recibido coimas de la empresa brasileña Odebretch. Keiko Fujimori, su contrincante, nunca reconoció el triunfo de Kuczynski.
En la misma ceremonia también se entregaron las credenciales a Martín Vizcarra, como primer vicepresidente; y a Mercedes Aráoz, como la segunda vicepresidenta.
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El tiempo dinamitaría esta unión. Dos años después, Vizcarra, hoy cuestionado por haberse puesto la vacuna de Pfizer cuando ya lo habían inoculado irregularmente en octubre pasado con Sinopharm, sucedió al presidente en ejercicio ayudado por los votos de los fujimoristas en el parlamento, lo que ha sido considerado por muchos como una traición. Y cuando Vizcarra cerró el Congreso presidido por Pedro Olaechea, Mercedes Araoz juramentó como nueva presidenta de la república, aunque al día siguiente se retractó.