
Hace unas semanas los ciudadanos bolivianos eligieron como nuevo presidente al centroderechista Rodrigo Paz Pereira (58). Su elección marca un trascendente hito en la región: puso fin a los 20 años de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido izquierdista de Evo Morales que ha sumido a ese país en la miseria.
Pocos peruanos saben que detrás de ese gran triunfo estuvo su vicepresidente Edman Lara Montaño. Lara es un capitán de la Policía que fue expulsado de su institución por denunciar, a través de videos que subía a la cuenta de su TikTok, actos de corrupción de sus colegas y jefes. Sus publicaciones causaban furor en las redes sociales de los bolivianos.
Hasta antes de la primera vuelta electoral, Rodrigo Paz y su movimiento, el Partido Demócrata Cristiano, con las justas aparecían en las encuestas. Todo cambió cuando, un día antes del cierre de las inscripciones, incorporó al ‘Capitán Lara’, como así se le conoce a su vicepresidente.
Lara tiene 39 años. Antes de ser reclutado por Paz estudiaba Derecho y vendía ropa de segunda mano junto con su esposa para poder mantener y educar a sus cuatro hijos.
Sin embargo, esa apariencia de persona sencilla y modesta que mostraba en sus videos y mensajes, cambió radicalmente al día siguiente que Paz y él ganaron la primera vuelta electoral. En un envalentonado discurso en una plaza de El Alto lanzó insultos homofóbicos contra Jorge ‘Tuto’ Quiroga, el candidato competidor de Paz, y -al más puro estilo del izquierdista Evo Morales- despotricó contra los dueños de los medios de comunicación.
No solo eso. Arremetió contra el mismo Rodrigo Paz, quien le dio la oportunidad de integrar su plancha presidencial que los llevaría al poder. “Yo soy la garantía, si Rodrigo no cumple, yo lo encaro. ¿La gente quiere que aplauda al presidente si lo veo robar? A la primera que vea cosas chuecas, de cualquier lugar, voy a denunciar”, dijo ante sus seguidores que lo aplaudían a rabiar.
Sus palabras no cayeron nada bien en Rodrigo Paz y la cúpula de su partido. Lara se tuvo que retractar también públicamente: “Reconozco que, motivado por la rabia de la gente que hace trampa, me excedí tal vez en algunas declaraciones. Pido disculpas”.
Después de ese choque público, Paz decidió bajarle la temperatura. Ya no aparecía con él. Las tensiones entre ambos se tornaron más que evidentes: Lara no estuvo en el mitin del cierre de campaña. Pero apenas se conocieron los resultados, el expolicía fue el primero en salir a declarar en los medios de comunicación casi atribuyéndose el triunfo.
Analistas políticos bolivianos no auguran nada bueno del papel que cumplirá el ‘Capitán Lara’. Por su avidez mediática se puede convertir en un dolor de cabeza para Rodrigo Paz. Si eso ocurre se cumplirá aquel dicho, según el cual ‘el poder embriaga y obnubila la razón’. Nos vemos el otro martes.
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