La detención del coronel (r) Martín Gonzales Sánchez y lo que tenga que contar puede originar un terremoto político y policial: fue el hombre fuerte de la inteligencia policial en los gobiernos de Martín Vizcarra y el golpista Pedro Castillo. Y, además, conoce el accionar de su archienemigo, el también coronel Harvey Colchado, el suspendido jefe de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac).
En ese mundo de espías, a Gonzales se le apoda el ‘Conejo’ y a Colchado le dicen ‘René’.
“Son dos pesos pesados, aunque el ‘Conejo’ es más recorrido. Ambos tienen una rivalidad antigua. De hecho, lo que le está pasando a Gonzales ha sido planificado por Colchado”, me dice una fuente de inteligencia que trabajó con ellos y les conoce sus secretos.
Tiene indicios de verosimilitud dicha versión. La investigación contra Gonzales la hizo Colchado, bajo la supervisión de la fiscal Marita Barreto, con quien él trabajaba directamente antes de ser suspendido.
El principal testigo que está incriminando a Gonzales es Fray Vásquez Castillo, el sobrino del expresidente Pedro Castillo, quien en marzo del 2021 logró escapar hacia Venezuela y se entregó voluntariamente en enero de este año en la frontera con Bolivia. Según su versión, fue el ‘Conejo’ quien lo protegió y lo ayudó a fugar al extranjero, aunque la defensa del expolicía lo niega de plano.
¿Quién convenció a Fray Vásquez de entregarse? Pues, Harvey Colchado. Fue una negociación en la que también participó Marita Barreto.
El día que se entregó, el comandante general de la Policía, Víctor Zanabria, declaró: “El Equipo Especial a cargo del coronel Colchado, que está en constante coordinación con la fiscal encargada del caso, fue el encargado de la negociación (…) Ha habido una coordinación entre Fray Vásquez y Harvey Colchado para la entrega”.
En ese momento, muchos se preguntaron qué podría aportar Fray Vásquez sobre los casos de corrupción de su tío, si ya están debidamente probados. Su único boleto para ser colaborador eficaz era delatar a quién o quiénes lo ayudaron a fugar del país, y apuntó al ‘Conejo’. Pero su versión tendrá que probarse.
El distanciamiento entre Gonzales y Colchado empezó con el caso de Los Cuellos Blancos, que descubrió a magistrados corruptos a través de escuchas legales. Gonzales, quien entonces era jefe de la poderosa Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin), hizo esas grabaciones. Cuando su trabajo estaba casi terminado recibió la orden de entregar el máster de las interceptaciones a la Diviac, que recién se había creado y dirigía Colchado.
Hasta hoy es un misterio quién entregó esas cintas a los medios, pero ambos tuvieron acceso directo a ellas. Claro, también dos fiscales que se reunieron con el mandatario Martín Vizcarra, quien politizó el caso.
El ‘Conejo’ es el clásico hombre de inteligencia, discreto, perfil bajo, no habla con periodistas; ‘René’ es la antítesis. ¿En qué terminará la guerra de estos dos pesos pesados? Nos vemos el otro martes.
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