Por: Miguel Ramírez / Periodista de investigación
El expresidente Alejandro Toledo, quien por orden de un juez de Estados Unidos continuará preso hasta que sea extraditado, no solo pidió millonarias coimas a la empresa corrupta Odrebrecht y se volvió millonario.
Tampoco tuvo escrúpulos para aliarse con el narcotraficante Fernando Zevallos, ‘Lunarejo’, y su hermana Lupe para que le financiaran parte de su campaña electoral del año 2000. Zevallos, como se sabe, está preso y Lupe se encuentra prófuga.
El año 2005, cuando este columnista investigaba a dicho narco, varios testigos contaron que los hermanos Zevallos, dueños de la compañía ‘Aerocontinente’, le dieron a Toledo, líder del partido Perú Posible, US$450 mil en efectivo y US$250 mil en pasajes aéreos.
La entrega del dinero ocurrió en 1999, cuando Zevallos se encontraba prófugo en Estados Unidos, pero su hermana Lupe manejaba los hilos financieros en Lima y se relacionaba con el jet set de la política y el empresariado.
De acuerdo con los testimonios, Lupe recibió a Toledo en su oficina, ubicada en el piso 16 de un edificio de la avenida Pardo, en Miraflores. El candidato llegó acompañado de su inseparable sobrino ‘Coqui’ Toledo, quien administraba los fondos de la campaña electoral. También estuvo un importante dirigente de su partido.
Se trató de una conversación cordial. Toledo le ofreció a Lupe que, en caso ganara la presidencia, la ayudaría en los problemas que tenían su empresa y su hermano, quien se encontraba procesado por la incautación de 3.5 toneladas de cocaína, que iban a salir a México en un avión de ‘Aerocontinente’.
El dinero, siempre según los testigos, fue acondicionado en una mochila que llevó ‘Coqui’ Toledo, en donde también cargaba sus cámaras fotográficas. El sobrino era aficionado a la fotografía.
La ayuda financiera se repitió el año 2002, cuando Toledo ya era presidente y su partido postuló a las elecciones regionales de ese año. ‘Aerocontinente’ entregó cientos de pasajes aéreos gratis y con descuentos para que los dirigentes y miembros de Perú Posible viajaran por todo el país.
De hecho, el narcotraficante Fernando Zevallos planeaba tener también el control político del país, a través del partido de Toledo. Su ayuda no era gratis, o por nada, y de paso lavaba su dinero ilícito.
“Para encubrir el aporte en pasajes, en la empresa se creó un código especial para entregarlos. Se les llamaba ‘boletos valorados’. Los hacían aparecer como si se hubiesen comprado al ‘cash’. Se les ponía la tarifa más alta, US$238, pero Perú Posible no pagaba ni un dólar”, contó un exdirectivo de esa compañía.
Pasadas esas elecciones, el dirigente que gestionaba los pasajes aéreos fue nombrado por Toledo en un importante cargo vinculado directamente -¡oh sorpresa!- con la lucha contra el narcotráfico. El gato en el despensero.
Como bien dijo la semana pasada nuestro Nobel, Mario Vargas Llosa, “nos equivocamos con Toledo”. Nos vemos el otro martes.
Los artículos y/o de opinión son de exclusiva responsabilidad de sus autores.