Alejandro y Eliane se conocieron en la liberal ciudad de San Francisco en los años 70.
Alejandro y Eliane se conocieron en la liberal ciudad de San Francisco en los años 70.

“Mi cholo es sano y sagrado”, es una de las frases que Eliane Karp dejó para la historia al defender a Alejandro Toledo. Ambos han mantenido una tormentosa relación, con muchos altos y bajos, que ya lleva más de 45 años desde que se conocieron en la Universidad de Stanford, en el área de la bahía de San Francisco, precisamente a pocos kilómetros dónde el hoy expresidente está detenido, a la espera de su extradición al Perú.

Mira también:

Toledo, que había llegado hace unos años a Estados Unidos para estudiar en la Universidad de San Francisco gracias en parte a una beca de fútbol que le consiguieron una pareja de esposo voluntarios del Cuerpo de Paz que conoció en Chimbote, cursaba maestrías de Educación y Economía en la prestigiosa casa de estudios de Palo Alto cuando conoció, a mediados de los 70, a Karp, quien hacía lo propio en Antropología en la misma Stanford.

Eliane, hija de dos ciudadanos judíos nacida en París y criada en Bélgica, ya se había casado y divorciado dos veces antes de los 25 años. Tras un tórrido romance con el hombre de Cabana, se casaron el 20 de enero de 1979, en Sunnyvale, California, EE.UU., en la casa de Lois Blair, amiga de la pareja,

A inicios de los 80, Karp acompañó a su esposo al Perú, donde obtuvo empleo en diversos organismos y estudió quechua, mientras Toledo se convirtió en asesor técnico del gobierno de Fernando Belaúnde Terry, gracias a su experiencia en el Banco Mundial, y también se hizo profesor de la Escuela de Administración de Negocios para Graduados (ESAN).

En 1982 nació su hija Chantal Toledo Karp, pero la felicidad de aquellos primeros años duraría poco, pues 1986 su vida conyugal era ya un desastre con acusaciones mutuas de infidelidades y maltratos.

ABANDONO DE HOGAR

Según relató el excongresista Luis Delgado Aparicio Porta, Eliane Karp tuvo por esos años una relación amorosa con Alan Azizolahoff, posteriormente dueño de la discoteca Utopía en la que el 20 de julio del 2002 murieron calcinados 29 jóvenes.

En 1986, Toledo denunció a Karp por abandono de hogar, dejando constancia que ella fue a la casa de la avenida San Juan, en la urbanización Las Gardenias, con un individuo, con quien supuestamente pasó la noche del 6 de diciembre de 1986, llevándose a su hija Chantal. Esta denuncia tiene el N° 1091 y fue asentada por Toledo el 9 de diciembre de 1986 en la 79 Comisaría de Chacarilla del Estanque, por abandono de hogar, conforme lo acredita la firma del entonces mayor de la Guardia Civil Carlos Eyzaguirre Rivero.

Paralelamente, según informó el diario ‘La Razón’, Karp también habría sostenido una relación amorosa en Cusco con el antropólogo cusqueño Óscar Paredes Pando, la cual se prolongó hasta finales de 1990.

El matrimonio finalmente se separó en 1988 y el divorcio fue registrado en el Perú, en 1992. Un año antes de la separación oficial, en 1987, nacería Zaraí Toledo, producto de su relación con Lucrecia Orozco.

LA RECONCILIACIÓN

Toledo fue por primera vez candidato a la presidencia en 1995. En aquella oportunidad, hizo toda la campaña sin la presencia de Eliane Karp. Es más, en su autobiografía, ‘Las cartas sobre la mesa’, publicada ese año, ni siquiera la menciona.

En diciembre de 1996, Eliane estaba en Tel Aviv, trabajando en el Banco Leumi, cuando se enteró de que Alejandro había sido tomado como rehén en el asalto del MRTA a la residencia del embajador japonés. En ese momento, viajó a ver a su hija –quien vivió con su padre durante toda la separación– y recomenzó una relación sentimental con su exmarido.

La periodista Jeny Zúñiga, quien fue la primera jefa de prensa de campaña de Toledo, relató en su libro ‘Yo conocí al monstruo por dentro’ que Eliane, a quien conocían como ‘Mamuska’, se apareció de pronto como una amorosa esposa, pese a que estuvo alejado de él y de su hija.

Sin embargo, desde entonces la figura de Eliane, con su puño en alto, insultando a los “pituquitos de Miraflores” o defendiendo a su “cholo sano y sagrado”, estuvo siempre ligada a la del expresidente.

A pesar de sus escándalos, como el del reconocimiento a Zaraí o sus devaneos con Lady Bardales o su propio ‘autosecuestro’ en el hotel ‘Melody’ en 1998. Incluso se volverían a casar.

En el año 2017, cuando se iniciaron las investigaciones por el caso Ecoteva y las coimas de Odebrecht, viajaron de vuelta a San Francisco, la ciudad donde se conocieron. De ahí pretendieron fugar a Israel, donde Karp también tiene ciudadanía, pero el gobierno de ese país se lo impidió debido a una orden de captura de la Interpol.

Entonces se quedaron instalados en la misma zona en la que vivieron sus primeros años de romance y en la que hoy el exmandatario pasa detenido sus últimas horas antes de su extradición al Perú. Ella no lo acompañará.

Al parecer, una vez que le devuelvan su pasaporte, el cual había entregado para asegurar su arraigo, la exprimera dama buscaría viajar a Bélgica (país que tiene una política de no entregar a sus ciudadanos) para visitar a su “moribunda” madre, Eva Fernenbug, quien también está implicada en el caso Ecoteva.

VIDEO RECOMENDADO

Alejandro Toledo se entregó a la justicia de EE.UU y quedó a la espera de la extradición al Perú
El expresidente peruano ya fue ingresado en el sistema de reos del Servicio de Alguaciles a la espera de que se ejecute su extradición hacia nuestro país. Conoce todos los detalles en este video.

TE PUEDE INTERESAR




Contenido sugerido

Contenido GEC