¿TIENE DERECHO? Luego de cumplirse más de una semana del fallecimiento del expresidente Alberto Fujimori, su viuda, la empresaria japonesa Satomi Kataoka, rompió su silencio e indicó que evalúa con su abogado si tiene derecho a la pensión vitalicia o alguna herencia del fallecido exmandatario.
“Todavía estoy discutiéndolo con mi abogado”, respondió Kataoka, en conversación con el programa dominical ‘Punto final’ , la cual se realizó en inglés, vía WhatsApp.
Satomi Kataoka, quien se casó con Alberto Fujimori en el 2006 bajo las leyes japonesas, indicó que la última vez que tuvo contacto con el exmandatario fue hace cuatro meses mediante una videollamada y que dialogaron sobre las enfermedades que tenían. Ella aseguró que se enteró de la muerte de su cónyuge por intermedio de su hijo Shinnosuke.
Consultados por Punto final, expertos coincidieron en señalar que si Kataoka decidiera reclamar el beneficio que le otorgaba el Congreso a su exesposo, esta deberá homologar en Perú su matrimonio registrado en Tokio.
MATRIMONIO A DISTANCIA
El 6 de noviembre de 2005, Alberto Fujimori llegó a Chile luego de dejar su refugio en Japón, donde vivió al amparo de su doble nacionalidad desde noviembre de 2000, cuando abandonó el Perú.
Fujimori y Kataoka se conocieron en Tokio en 2001 y, hasta la partida del ex mandatario a Chile, vivieron juntos. Ellos se casaron en abril del 2006 bajo la ley japonesa, que no requiere de la presencia física de los contrayentes. En ese momento, el expresidente estaba preso en Santiago de Chile por pedido de las autoridades peruanas.
El expresidente tiene cuatro hijos de su matrimonio anterior con Susana Higuchi, de quien se separó en 1995.
“LA RELACIÓN NO SE ENFRIÓ”
La empresaria señaló que no fue capaz de hablar con Fujimori por mucho tiempo, incluso cuando estuvo en prisión, pero consideró que su relación “nunca se volvió fría” y que se mantuvieron “conectados”. También afirmó que desea visitar la tumba de su difunto esposo cuando se recupere del cáncer que padece.
“Era más como un camarada y una presencia cálida, como un buen padre, más que una pareja romántica. Lo extraño mucho”, dijo al dominical.
En tanto, el hijo de Satomi, Shinnosuke Kataoka, quien visitó una vez al expresidente cuando se encontraba en el penal de Barbadillo, también dijo sentirse dolido por su deceso y anunció que viajaría a Lima para visitar su tumba.
“Estoy muy apenado por no haber podido asistir al funeral a tiempo. Realmente lo extraño mucho, y me gustaría ir a Perú este año o el próximo para visitar su tumba”, sostuvo.
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