La matanza de Barrios Altos a manos del comando paramilitar Colina es una herida en la historia peruana que jamás se cerrará. Luego que el presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) concedió el indulto humanitario a Alberto Fujimori, el rostro de Javier Ríos Rojas, el niño de 8 años asesinado en ese nefasto día, ha sido parte de las marchas contra el indulto, pero, sobre todo, de su madre.
Una vez indultado Alberto Fujimori, la madre del menor, Rosa Rojas, salió a hablar entre lágrimas en los alrededores de la casa de PPK.
"Se burló de mi dolor que hasta ahora lo tengo aquí en mi alma. No puedo olvidar a mi querido hijo (…) Debería estar en mi casa y estoy en la calle porque no es justo que el señor Kuczynski se burle de nuestro dolor", dijo la mujer.
LA MATANZA DE BARRIOS ALTOS
La matanza de Barrios Altos sucedió el 3 de noviembre de 1991. Manuel Ríos Pérez, padre del Javier, hizo una pollada para recaudar fondos para su hogar.
Sin embargo, después de unas horas, con pasamontañas, seis miembros del Grupo Colina irrumpieron y asesinaron a 15 personas, siendo una de ellas, Javier Ríos Rojas. Todas fueron vinculadas erróneamente al grupo terrorista Sendero Luminoso.
Pese a que Javier y su padre buscaron clemencia en los paramilitares, esto no sucedió jamás: asesinaron a los dos, recibiendo disparos en zonas puntuales del cuerpo.
Por la matanza de Barrios Altos, la Primera Sala Penal Especial condenó a 25 años de prisión a Vladimiro Montesinos Torres, Nicolás Hermoza Ríos y demás integrantes del Grupo Colina.
Luego, en 2009, Alberto Fujimori, ahora indultado por PPK, sería condenado a 25 años de prisión por los delitos ocurridos en este caso y los que también se cometieron en La Cantuta.
Por eso, la madre de Javier, quien ya hubiera cumplido 35 años, se unió a las protestas por el indulto al exmandatario Alberto Fujimori. Se comprende su dolor.