Por: Miguel Ramírez (Periodista de investigación)
¿Qué tienen en común Pedro Cateriano y Pilar Mazzetti? El flamante premier es un batallador impecable de las corruptelas del expresidente Alan García y la nueva ministra de Salud sufrió un maltrato del líder aprista durante su segundo gobierno.
Pocos recuerdan y otros ni saben el atropello que recibió la médico cirujana hace 14 años. Corría julio del año 2006. Alan García asumió su mandato y le pidió a Mazzetti que siguiera en el Gabinete Ministerial. Ya no como ministra de Salud, como lo era en el gobierno saliente de Alejandro Toledo, sino como ministra del Interior.
LEER MÁS: Las mil caras de Chehade | Historias Nunca Contadas
Varios de sus allegados le dijeron que no aceptara el cargo, dado los escandalosos casos de corrupción cometidos por García durante su primer gobierno.
Mazzetti, una mujer de carácter y de asumir retos, no les hizo caso. Se convirtió en la primera ministra mujer de ese portafolio. Entró con todo a barrer las mafias enquistadas en la Policía. Pero su ímpetu fiscalizador le duró poco.
Cuando apenas tenía siete meses en el cargo, la prensa destapó la compra de 469 camionetas para la Policía que había sido negociada a precios sobrevaluados.
Los políticos apuntaron a Mazzetti, pese a que ningún ministro o presidente de la República participa en las adquisiciones. Inmediatamente, la ministra destituyó a los malos funcionarios que estuvieron a cargo de la compra, y logró que la empresa vendedora también suspendiera a sus gerentes que participaron en la operación fraudulenta.
MIRA: El Congreso, peor que la pandemia | Historias Nunca Contadas
La operación de compra se suspendió, pero los ataques no se detuvieron. Mazzetti fue llamada al Congreso y, pese a las explicaciones que dio y las medidas de sanción que había tomado, se preparó una interpelación para echarla de su puesto.
El propio gobierno y los congresistas apristas –con anuencia de su líder- se confabularon para maltratarla y destruirla, para aparentar una supuesta lucha contra la corruptela.
El entonces premier Jorge del Castillo atribuyó la presunta mala compra a la “impericia de la ministra”.
¿Y el presidente Alan García? Miraba complacido la caída de Mazzetti. La ministra descubrió que el gobierno había nombrado una comisión renegociadora de la compra, sin decirle nada. ¡Ni siquiera la incluían a ella!
LEER: Historias Nunca Contadas: Clínicas, a cocachos aprendí
Entonces renunció a su cargo. “Hay corrupción en la Policía, el Poder Judicial y en la prensa. Los cargamontones son el precio que hay que pagar por la lucha contra la corrupción”, dijo. El día que renunció lloró de rabia. “Llorando se fue”, tituló burlonamente un medio afín al aprismo.
Mazzetti nunca se arredró y siguió creciendo profesionalmente. Hasta que en abril pasado, cuando la pandemia maldita empezó a arreciar, el presidente Martín Vizcarra la convocó para dirigir el Comando COVID-19.
Dicen que la vida brinda revanchas. Ahora, otra vez como ministra, Mazzetti tiene la oportunidad de hacer lo que no la dejaron ni siquiera empezar. Los peruanos esperamos mucho de ella. Nos vemos el otro martes.