A gritos de "Uruguay dile no al mafioso de Alan García", varios ciudadanos peruanos se reunieron en los alrededores de la embajada de la República Oriental para reclamar que no le dé asilo político al expresidente.
Alan García ingresó a la embajada de Uruguay y solicitó asilo horas después de que un juez le prohibió salir del país durante 18 meses mientras es investigado por el presunto delito de corrupción en un caso relacionado con la brasileña Odebrecht.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Perú informó que el embajador de Uruguay le comunicó que el exmandatario Alan García, quien gobernó el país dos veces (1985-1990 y 2006-2011), ingresó en horas de la noche del sábado a su residencia.
Alan García "ha solicitado asilo a ese país, conforme a lo dispuesto por la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, de la cual son parte el Perú y Uruguay", dijo la cancillería.
Tras la información, el presidente peruano, Martín Vizcarra, afirmó en un mensaje por Twitter que en el país no existe ningún perseguido político, como el exmandatario lo había afirmado en medio de las acusaciones de corrupción en su contra.
Alan García llegó el último jueves a Lima para declarar sobre el caso ante el fiscal José Domingo Pérez que postergó la audiencia y solicitó el impedimento de salida del expresidente.
Jose Domingo Pérez también acusó a Alan García de haber recibido 100 mil dólares por una conferencia en Brasil y que el dinero habría salido de un fondo de Odebrecht destinado a pagar sobornos en varios países de América Latina.
El caso de sobornos que involucra a Odebrecht ha salpicado a los cuatro últimos presidentes de Perú. Los exmandatarios Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski están enfrentando investigaciones en el país, mientras que sobre Alejandro Toledo pesa un pedido de extradición desde Estados Unidos.