17. El 17 de noviembre de 2018, García pidió asilo en la Embajada de Uruguay tras emitirse una orden de impedimento de salida del país por el caso Línea 1 del Metro de Lima. La solicitud fue rechazada. (Foto: AFP)
Alan García

POR: MIGUEL RAMÍREZ / Periodista de investigaci

En el mundo de la corrupción no existen códigos de honor. Por eso, Luis Nava Guibert terminó contando todas las tropelías cometidas por su jefe, el expresidente . Nava confesó que Jorge Barata, el otrora mandamás de la empresa corrupta Odebrecht, le entregaba sobornos a García, camuflados en unas loncheras y también en maletines en el mismísimo Palacio de Gobierno. En total: US$680 mil en efectivo.

Lo que más ha llamado la atención son las loncheras que se utilizaron para esconder el dinero. No era la primera vez que Alan utilizaba su ingenio para encubrir los sobornos que recibía. En una oportunidad recibió un millón de dólares en ¡una caja de zapatos!

Ocurrió en febrero de 1985, en plena campaña electoral que lo llevó por primera vez a la presidencia. El destape lo hizo la revista OIGA.

Una tarde el teléfono del semanario sonó. Una persona pidió hablar con el jefe de redacción. Le soltó el siguiente dato:
“Esta noche, Alan García y otros dirigentes apristas acudirán a una reunión privada en la Oficina Comercial de Corea del Norte. No estoy de acuerdo, como muchos en el partido, con este acercamiento entre el Apra y el régimen comunista y dictatorial de Corea del Norte”.

Luego soltó otro datazo: “Sabemos que Corea del Norte ha entregado ya un millón de dólares para financiar la campaña electoral del partido y que esta noche dará un millón de dólares adicional para el mismo fin”.

El experimentado fotógrafo José Abanto fue designado para esa comisión. Cada vez que buscaba la noticia, Abanto se convertía en un verdadero perro de presa. Alan García llegó a las 10:45 de la noche con dos personas y se metió al local. Abanto logró fotografiarlo, pero decidió esperar que salieran todos.

A las 12:30 de la noche salió el entonces diputado Carlos Roca acompañado con una de las personas que llegó con Alan. Abordaron una camioneta y salieron velozmente. Diez minutos después Roca regresó al lugar, pero esta vez sostenía entre sus brazos una caja de zapatos.

Recién a la una de la madrugada empezaron a salir los invitados. El primero fue Alan García. Abanto empezó a disparar su ‘flash’. El entonces candidato se ofuscó.
“Oiga, venga usted. ¿Es de OIGA, no? ¡Qué raro! Me causa extrañeza. Van a pensar que esta delegación me está ayudando con dinero, lo cual es falso”, le dijo Alan García al gráfico.

Luego le hizo una propuesta: “¿Qué tal si se te malogra el rollo?... y serás nuestro amigo por siempre”. Abanto, quien ahora trabaja en el diario ‘La República’, solo sonrió.
Días después, la misma fuente que dio el dato de la reunión confirmó que el millón de dólares se escondió en la caja de zapatos.

No hay nada que hacer, Alan García era ingenioso hasta para recibir las cutras. Nos vemos el otro martes.

Los artículos firmados y/o de opinión son de exclusiva responsabilidad de sus autores.

tags relacionadas

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC