
La violencia contra el transporte público en Lima no da tregua. La noche del lunes 22 de septiembre, un bus de la empresa Vipusa fue interceptado por dos sicarios a bordo de una motocicleta en Villa El Salvador. Los delincuentes dispararon directamente contra el conductor de la unidad, identificado como Leandro Ramos Verástegui (37), y luego huyeron a toda velocidad.
El ataque ocurrió en la cuadra 15 de la avenida Mateo Pumacahua, a la altura del paradero Lubricante, cuando el vehículo se detuvo para que los pasajeros descendieran. En ese momento, los atacantes aprovecharon para abrir fuego sin mediar palabra.

Ramos Verástegui recibió cuatro impactos de bala: dos en el hombro y dos en la espalda. En estado crítico, fue trasladado de emergencia al hospital de Villa El Salvador por sus propios compañeros, debido a la demora de las autoridades en llegar al lugar.
Según el testimonio del cobrador del bus, el ataque fue fulminante: “Nos estacionamos para descargar pasajeros y apareció una moto. Le metieron cuatro impactos. Dos en el brazo y otros en la espalda. Su estado es crítico”.
UNA EMPRESA BAJO FUEGO
Este atentado no es un hecho aislado. Vipusa ya había sido blanco de ataques en mayo de este año. Primero, una de sus unidades fue atacada a balazos en la avenida Alfredo Mendiola, en Los Olivos. Días después, extorsionadores lanzaron una bomba molotov contra otro bus en Santa Anita, cuando cubría la ruta ‘A’. El artefacto no llegó a detonar por completo gracias a que la mecha se atascó, evitando una tragedia.
Los trabajadores de la empresa han denunciado que viven con temor constante y que las mafias de extorsionadores actúan con total impunidad. “Exigimos más seguridad. Nos están matando poco a poco”, señalaron.
Familiares del conductor herido también expresaron su indignación. Denunciaron que, pese a la gravedad de las heridas, el seguro de salud aún no se activaba para que Ramos Verástegui sea intervenido quirúrgicamente. “Está esperando que lo operen, pero mientras no activen el seguro, no lo pueden atender”, reclamó una allegada.

De acuerdo con reportes policiales, este sería el cuarto atentado contra Vipusa desde octubre del año pasado. En 2023 se registraron otros dos ataques con armas de fuego contra sus unidades.
El atentado de Villa El Salvador se suma a la preocupante ola de extorsiones que azota al país. Solo en Lima Metropolitana, entre enero y junio de 2025, se han reportado 5.735 denuncias por este delito, lo que equivale a una cada 45 minutos.
La Policía Nacional investiga el caso y no descarta que se trate de un ajuste de cuentas vinculado a mafias de extorsionadores que exigen cupos a las empresas de transporte. Mientras tanto, colegas y familiares del chofer esperan un milagro que le permita sobrevivir al ataque.

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