Un nuevo crimen ha estremecido a la ciudad de Tumbes. Esta vez, el cuerpo calcinado de un hombre fue encontrado dentro de un terreno en el barrio San José, generando alarma entre los vecinos, quienes aseguran que nunca habían vivido algo así. Según las primeras versiones, la víctima sería un guardián de 48 años que laboraba en ese mismo lugar.
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El hallazgo fue reportado por los moradores, quienes alertaron a la Policía Nacional tras percibir un fuerte y extraño olor que salía del predio. Agentes de investigación criminal llegaron al sitio y confirmaron lo peor: el cadáver estaba completamente carbonizado.
Los restos del hombre fueron trasladados a la morgue de la región para los análisis forenses que permitan confirmar su identidad y determinar las causas exactas de su muerte.
Los moradores del barrio San José mostraron su preocupación por lo ocurrido y solicitaron mayor presencia policial, ya que temen que el crimen esté relacionado con bandas delictivas. Y es que los casos similares se vienen repitiendo.
¡YA SON TRES CUERPOS CALCINADOS!
Este nuevo caso ha encendido todas las alarmas, pues se suma a otros dos ocurridos hace apenas una semana. En ese entonces, una joven bailarina de cumbia y un joven padre de familia fueron hallados también calcinados, con signos de haber sido brutalmente golpeados, en un paraje rural de Tumbes, cerca del caserío de Belén, distrito de Pampas de Hospital.
Las víctimas fueron identificadas como Yeni Hanaloca Laura, más conocida como ‘Laurita’, una artista de Juliaca que había viajado al norte del país, y Juan Antonio Quispe, un padre de familia. La necropsia reveló que ambos sufrieron traumatismos encéfalo craneanos antes de ser quemados.
En los tres casos, la Policía sospecha que las víctimas fueron asesinadas en otro lugar y trasladadas posteriormente para ser calcinadas. “Esta es una modalidad que se ha visto en bandas criminales que operan en Ecuador”, indicaron fuentes del Ministerio del Interior.
POSIBLE VENGANZA Y CONEXIONES PELIGROSAS
Aunque no se descarta ninguna hipótesis, los investigadores creen que el móvil podría estar relacionado con una venganza. Laurita, según testimonios, habría estado cerca de la frontera con Ecuador días antes de ser asesinada. Juan Quispe, en tanto, podría haber viajado con ella por motivos laborales, aunque aún no se confirma el vínculo entre ambos.
La Policía Nacional del Perú, junto con el Ministerio Público, continúa con las pesquisas para esclarecer los hechos y determinar si los crímenes están conectados. De momento, no hay detenidos por estos casos.
Las autoridades no descartan que una organización criminal esté detrás de esta ola de asesinatos y piden colaboración ciudadana para obtener pistas que lleven a los responsables.
Mientras tanto, el temor crece en Tumbes, una ciudad golpeada por la violencia, que hoy vuelve a estar en la mira por crímenes que recuerdan los métodos más crueles del crimen organizado.
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