Dos muertos dejó un fuga masiva de un centro de rehabilitación para drogadictos, en el distrito de San Juan de Lurigancho. Aparentemente, ambas personas fueron asesinadas a golpes en un enfrentamiento, cuyas razones son materia de investigación.
Uno de los fallecidos fue identificado como Marco Joel Aguirre Hernández, quien estaba a punto de salir del centro de rehabilitación; mientras que la víctima aún no ha sido identificada. Los cuerpos de los fallecidos presentaban evidencia de haber sido brutalmente golpeados y fueron encontrados en diferentes ambientes del inmueble.
Hasta el lugar de la tragedia llegó la hermana del fallecido identificado, quien manifestó que su ser querido le había dicho que era agredido en el centro de rehabilitación, pero no le creyó.
“A veces los internos por salir mienten y no le creí. Mi hermano no merecía morir así, exijo justicia”, dijo la hermana del fallecido.
Los familiares de las víctimas, sumidos en el dolor, exigen justicia y que se esclarezcan los hechos. Alegan que los centros de rehabilitación deberían ser lugares donde los internos puedan mejorar y estar bien, no ser maltratados.
Vecinos captaron con sus celulares el momento en que los internos logran abrir la puerta y salen empujándose unos a otros corriendo en diferentes direcciones.
Las autoridades fiscales y policiales ya han iniciado las investigaciones correspondientes para determinar las circunstancias exactas de la reyerta y encontrar a los responsables de estas muertes trágicas.
El centro de rehabilitación Nueva Esperanza no cuenta con ningún letrero que anuncie su funcionamiento, lo que ha generado preocupación en la comunidad. Los vecinos exigen mayor control y supervisión de estos centros para evitar situaciones similares en el futuro.
Mientras tanto, los cuerpos de las víctimas han sido trasladados a la morgue central de Lima.