Un nuevo ataque criminal sacudió el distrito de Los Olivos. La madrugada de este miércoles, un incendio de gran magnitud destruyó los pisos superiores de una tienda de colchones ubicada en la avenida Gerardo Unger. Las autoridades sospechan que el fuego fue provocado por extorsionadores, quienes habían enviado amenazas a los trabajadores días antes. Vecinos aseguran haber escuchado explosiones antes de que las llamas se apoderaran del lugar. La Policía ya investiga a la temida banda ‘Los Malditos del Cono Sur’.
El fuego se desató alrededor de las 3:30 de la mañana y afectó gravemente los últimos pisos del local, un negocio con más de diez años de funcionamiento. La situación fue tan crítica que fue necesaria la intervención de ocho unidades de bomberos de Los Olivos, Comas y San Martín de Porres.
Según información policial, el incendio habría sido originado por la organización criminal conocida como ‘Los Malditos del Cono Sur’, que desde el 14 de abril venía enviando mensajes amenazantes a los trabajadores del local.
En los videos y textos enviados por WhatsApp, los delincuentes exigían un pago de dinero y advertían que comenzarían a “eliminar” a los empleados si no cumplían con sus exigencias.
“Uno por uno de tus trabajadores se va a morir. Estamos hablando en serio”, se escucha en uno de los videos enviados a los celulares del personal.
Vecinos de la zona indicaron que escucharon al menos tres explosiones antes de que el fuego se desatara. Esta versión refuerza la hipótesis de que se trató de un ataque deliberado, como represalia por no pagar el cupo extorsivo.
Cabe recordar que, a solo dos cuadras del lugar, el pasado 16 de febrero, fue asesinado un empresario del mismo rubro, presuntamente por la misma banda criminal.
La parte más afectada por el fuego fue el tercer piso del edificio, al que los bomberos tuvieron dificultades para acceder por la estructura y el avance de las llamas. Fue necesario desplegar una escalera telescópica y realizar maniobras desde azoteas de viviendas colindantes.
Las labores de control del fuego continuaron durante varias horas, mientras cisternas trabajaban sin descanso para evitar que el siniestro se propague a inmuebles cercanos.
La Policía Nacional ya cuenta con los números telefónicos desde los cuales se enviaron las amenazas y está investigando si este nuevo ataque guarda relación con el crimen ocurrido en febrero. También se analiza el contenido de las cámaras de seguridad, aunque existe preocupación por su posible daño a causa del fuego y el agua.
Afortunadamente, no se reportaron heridos ni fallecidos, pero las pérdidas materiales serían cuantiosas, debido a la gran cantidad de colchones consumidos por las llamas.
Este ataque se produce en pleno estado de emergencia, medida prorrogada por el Gobierno para enfrentar la ola de criminalidad en Lima y Callao.
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