La Fiscalía desarticuló una organización criminal integrada por más de veinte agentes en actividad de la Policía Nacional del Perú, conocida como ‘Los Piratas’. Según las investigaciones, estos efectivos no solo encubrían delitos, sino que participaban directamente en asaltos, extorsiones, sicariatos y robos de droga, además de brindar protección a grupos vinculados al narcotráfico.
Las autoridades identificaron que los crímenes se concentraron principalmente en Tarapoto y Lima, donde los involucrados planificaban y ejecutaban violentos ataques. Entre los casos más impactantes figura el asesinato de un cambista y de un empresario, ambos emboscados bajo engaños organizados por los mismos agentes policiales.
De acuerdo con las pruebas recabadas, los policías Carlos Miguel Gamarra Pérez y Jaime García Córdova, del Escuadrón Verde, coordinaban con delincuentes conocidos, como “Chato Silver”, para concretar los golpes. En los audios obtenidos durante las pesquisas, se escuchan conversaciones sobre montos, distribución de tareas y el uso de uniformes para simular operativos legales.
Las grabaciones también revelaron robos que superaban los 140 mil dólares, además de la utilización de vehículos oficiales y motocicletas para encubrir las fechorías.
Entre los crímenes atribuidos a la banda se encuentra el asesinato del cambista Hernán Laynes, quien fue citado con engaños y emboscado mientras trasladaba más de 450 mil soles. Otro hecho vinculado es el crimen del empresario Jorge D’Ambrosio, a quien le dispararon dentro de su vivienda en plena reunión virtual. En ambos casos, testigos señalaron la presencia de policías activos entre los atacantes.
El megaoperativo que permitió la caída de ‘Los Piratas’ culminó con la detención de 20 efectivos y el hallazgo de pruebas que vinculan a otros cuatro agentes ya recluidos por delitos similares. Las autoridades intervinieron seis celdas del penal de Tarapoto, donde se hallaron evidencias de que las operaciones seguían siendo dirigidas desde prisión.
El fiscal Jorge Chávez Cotrina señaló que esta es la primera vez que se descubre una red delictiva estructurada y liderada por policías en servicio activo, lo que marca un precedente alarmante dentro de la institución.
Las familias de las víctimas exigieron justicia y expresaron su indignación ante el hecho de que quienes juraron proteger a la ciudadanía usaran su placa para delinquir. La Fiscalía continúa recibiendo declaraciones de aspirantes a colaboradores eficaces para determinar el alcance total de esta organización criminal que actuaba bajo el amparo del uniforme policial.
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