Un crimen ha conmocionado al distrito de Surco. Un joven mototaxista fue asesinado a balazos la noche del lunes 14 de abril cuando trabajaba en las calles del asentamiento humano Rodrigo Franco. El ataque ocurrió alrededor de las 8 p.m. en el pasaje Las Palomas, a pocos metros de la intersección con la calle Las Lomas.
La víctima fue identificada como Álvaro Francesco Cabrera Cueto, de 26 años, quien fue interceptado por delincuentes armados mientras realizaba su recorrido. Según testigos, le dispararon sin mediar palabra y luego huyeron del lugar con rumbo desconocido.
Agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) llegaron al lugar y acordonaron la escena del crimen. Peritos de criminalística realizaron las diligencias correspondientes, recolectando casquillos de bala y otras evidencias que permitan esclarecer el caso. Vecinos de la zona afirmaron haber escuchado al menos cuatro detonaciones, aunque el reporte preliminar indica que Cabrera habría recibido dos disparos mortales.
Las autoridades también iniciaron la revisión de las cámaras de seguridad del sector con la esperanza de identificar a los atacantes y reconstruir el trayecto que siguieron tras cometer el crimen.
La tragedia ha dejado una profunda tristeza en la familia de la víctima. Álvaro deja en la orfandad a una niña de tres años, cuya madre y demás familiares exigen justicia y piden que se capture a los responsables cuanto antes.
La madre del joven descartó que su hijo haya sido víctima de extorsión, aunque reveló que había tenido problemas con un sujeto identificado como ‘Martín’, quien en más de una ocasión lo habría amenazado de muerte. Esta pista ya está siendo investigada por la policía.
El asesinato ha generado temor e indignación entre los vecinos del asentamiento humano Rodrigo Franco. “No es la primera vez que ocurre algo así en la zona. Ya no se puede vivir tranquilo”, comentó un residente, preocupado por la creciente inseguridad.
La División de Homicidios de la Dirincri ha tomado el caso y no se descarta que se trate de un ajuste de cuentas. Mientras tanto, la familia de Álvaro exige que su muerte no quede impune.
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