En las próximas horas, Andrea Aguirre Concha (28), ‘Diabla’, y su exenamorado Kevin Villanueva Castillo (26), presuntos asesinos y descuartizadores de la activista del colectivo ‘Ni Una Menos’, , serían trasladados a un establecimiento penitenciario de la capital. Hasta ayer ambos permanecían en la carceleta del Poder Judicial.

Se espera que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) se pronuncie sobre el particular.

El último viernes, las autoridades ordenaron nueve meses de prisión preventiva para ambos, a fin de continuar investigándolos por el homicidio calificado de la joven madre de dos pequeños.

Aquel día, durante la audiencia, Andrea Aguirre se mostró fría y de lo más normal. No se quebró en ningún momento, tal como sí ocurrió con los padres de Solsiret.

Tampoco cruzó miradas con Kevin Villanueva, pese a que él sí la observó por ratos.

Según la pericia psicológica realizada por la Policía, ‘Diabla’ tiene una personalidad narcicista y se percibe con capacidades superiores a los demás.

“Se relaciona con personas de las que pueda obtener algún tipo de beneficio y para cumplir sus deseos. Evita involucrarse emocionalmente con personas de su medio”, cita parte del protocolo.

En el documento también se determinó que ella no toma el camino correcto para solucionar sus problemas y adopta decisiones en sus ideas poco realistas y fantasiosas.

LA DESPRECIA

Sobre Kevin Villanueva, se supo que el amor que alguna vez sintió por Andrea se transformó en desprecio.

La pericia que se le realizó arrojó que es inestable e inmaduro y que tiende a la desilusión. “Es una persona que acumula carga emocional (cólera, tristeza, frustración e impotencia), no haciéndose cargo de sus elecciones sino tendiendo a dirigir su frustración a los demás”, se menciona en el documento.

Como se sabe, el móvil del asesinato habría sido los celos que ‘Diabla’ tenía a Solsiret, quien era pareja de Brian Villanueva, hermano gemelo de Kevin.




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