Durante 72 horas, Lucero Trujillo vivió un verdadero calvario a manos de delincuentes venezolanos, dispuestos a pagar dos millones de dólares por la vida y libertad de la joven.
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Lucero, una ingeniera industrial de 27 años, amante de la danza y el deporte, y especialmente dedicada a ser una buena hermana, vivió este horror a partir del martes 7 de noviembre.
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Mientras caminaba por el jirón Señor de los Milagros a las 9:21 de la mañana, recibió una llamada telefónica. Avanzó por la cuadra 3 del jirón Julio César Tello, a unos 20 metros del almacén de la empresa familiar, donde dos meses antes habían dejado una granada.
Lucero Trujillo y su cautiverio en Carabayllo
Cada hora se volvía crucial para encontrar a Lucero, pero los secuestradores no se comunicaron con la familia hasta el segundo día. La casa donde la retuvieron, ubicada en la urbanización San Diego en el distrito de Carabayllo, estaba alquilada desde hace ocho meses por un individuo conocido como Lolo, criador de gallos de pelea, quien vivía allí con su pareja, Milita, una ciudadana venezolana.
Los vecinos informaron que el mismo día que Lucero fue secuestrada, Lolo se llevó la mayor parte de sus gallos. En julio de ese mismo año, a dos cuadras de donde retuvieron a Lucero, una banda liberó al hijo de un empresario avícola que también había sido secuestrado.
Comas: Secuestradores de Lucero Trujillo Vargas emplearon armas de guerra.
¿Cómo huyó Lucero Trujillo de sus secuestradores?
Alrededor de las 10 de la mañana del viernes, Lucero Trujillo Vargas fue aparentemente abandonada por sus captores en la residencia de Carabayllo.
A pesar de estar con las manos atadas, la ventana abierta y sin mordaza, logró asomar sus manos y pedir auxilio a gritos. Fue gracias a una valiente mujer con su pequeño hijo que la escucharon y, al percatarse de que no estaba vigilada, la rescataron y la entregaron a las autoridades.
En lo que va del año, se han registrado 14 secuestros convencionales en todo el Perú, según la división de secuestros, es decir, casos en los que se exige dinero a cambio de la liberación de la víctima.
Las penas por secuestro oscilan entre los 25 años y la cadena perpetua en casos de mutilaciones o muertes. La policía está investigando a fondo para dar con aquellos que encubrieron, cuidaron, movilizaron y llevaron a cabo este secuestro.
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