Por: José Yucra
A sus 13 años, Kevin Alexander ya era todo un jovencito y con muchas ilusiones a futuro. El domingo, él celebraba tranquilamente el cumpleaños de su mamá hasta que le dijeron que acompañe a su primo al banco. Ambos fueron en un auto, pero una confusa intervención policial, que empezó en el Callao y terminó en San Miguel, acabó con su vida de un balazo en el cuello.
Seis efectivos policiales, que participaron en el hecho de sangre, fueron intervenidos por hacer seis disparos al vehículo y horas después suspendidos temporalmente de sus cargos hasta que culminen las pesquisas.
Ayer, luego de celebrar el cumpleaños de la mamá de Kevin, el comerciante Jordan Julio Mendo Chuquimantari (27) decidió ir a un cajero para retirar dinero. Otros parientes le dijeron al menor que lo acompañe.
Ambos salieron de la casa y abordaron el Seat, con lunas polarizadas, de placa D3B-195, de propiedad de Mendo. Sin embargo, en el cruce de la Prolongación Perú con Tomás Valle, Callao, fueron intervenidos por agentes de la comisaría ‘Playa Rímac’.
El Inspector General de la Policía Nacional, general Herly Rojas, precisó: “al no hacer caso de las señales audibles y visibles comenzó la persecución al vehículo. Recorrió las avenidas Tomás Valle, Elmer Faucett y La Marina”.
Al llegar a la cuadra 22 de esta última vía, Jordan Mendo se estacionó a un lado. A las 10:20 de la noche, cámaras de seguridad de la municipalidad de San Miguel grabaron cuando dos policías uniformados apuntan al carro y luego llegan otros agentes.
Para ese entonces, el auto ya había sido baleado durante el correteo. El conductor fue reducido en el piso. El menor yacía sin vida en el lado de copiloto.
Se presume que uno de los cuatro orificios de bala (que ingresaron por la parte posterior del coche) fue el fatal.
“¿Porqué no dispararon a la llanta? Mi hijo había tomado unas cervezas y quizás se asustó, pero no era para que disparen así”, se preguntó, con llanto, María Elena Chuquimantari.
El caso será investigado por agentes de Homicidios de la Dirincri. Ayer, cuatro suboficiales de ‘Playa Rímac’ y dos de la comisaría ‘San Miguel’ declararon por lo sucedido.
El general Rojas precisó que el o los responsables serán identificados tras las pericias balísticas y otras diligencias. Trascendió que uno de ellos habría dicho que fueron atacados con disparos, pero los familiares lo negaron. “En el carro no se halló armas y Jordan tampoco las usaba”, precisaron.