DE LA CAMA A EXTORSIONAR. Un presunto delincuente, curiosamente vestido con pijamas, detonó un artefacto explosivo en la puerta de una bodega familiar ubicada en la cuadra 8 de la avenida Miguel Grau, en el distrito de San Martin de Porres, en medio del estado de emergencia por la inseguridad ciudadana.
Las cámaras de seguridad captaron al supuesto extorsionador caminando tranquilamente por la zona para despistar a los vecinos, antes y después de dejar el explosivo.
La explosión causó daños en la puerta de metal de la bodega y, por poco, termina afectando a un transeúnte que se desplazaba por la acera. Tras lo ocurrido, los vecinos señalaron que ya no quieren acercarse a comprar por las amenazas que sufre el negocio.
“Estaba curando a mi padre, que se encuentra mal de salud y está postrado en su cama, cuando escuchamos un fuerte estruendo. Estamos cerrando el local a las 9:00 p.m. por el temor que existe y porque no hay clientes debido a una obra inconclusa de pistas y veredas desde hace un año”, mencionó uno de los propietarios. El caso se encuentra a cargo de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri).
CUARTO ATAQUE CONTRA LA BODEGA
Esta es la cuarta vez en cinco meses que atacan la bodega, según informó uno de los propietarios a TVPerú Noticias, por lo que las víctimas exige a las autoridades tomar cartas en el asunto, ya que teme que los extorsionadores atenten contra su vida o la de los suyos. Desde el 13 de agosto de 2024, comenzaron a recibir mensajes en los que se les exigía el pago de S/10 000.
Los dueños señalan que trabajan en el lugar hace más de 20 años y que recientemente los llamaron para ofrecerles seguridad. Efectivos y personal de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) de la Policía Nacional llegaron para revisar las esquirlas dejadas por el artefacto explosivo.
“Desde agosto del año pasado venimos con este problema. Me hicieron una llamada para pedirme 10 000 soles. Me dijeron que eran del barrio y que debíamos pagar una cuota, que no eran extorsionadores, y me estaban pidiendo una colaboración para cuidarnos en caso nos fastidiara alguna persona”, dijo uno de los afectados, quien protegió su identidad.