TOMARON LA JUSTICIA EN SUS MANOS. En el Mercado San Antonio, ubicado en el distrito de San Martín de Porres, los comerciantes, junto con los vigilantes, cansados de los constantes robos y amenazas, a pesar del estado de emergencia, han tomado una medida inédita: Crear un calabozo dentro del establecimiento.
Esta especie de carceleta provisional sirve para retener a los delincuentes atrapados en flagrancia hasta que la Policía Nacional del Perú llegue al lugar, lo que puede tardar más de 30 minutos en algunas ocasiones.
El mercado, que recibe alrededor de 15 mil personas diarias, sufre constantes robos de celulares, productos, carteras, e incluso bicicletas.
Ante la alta incidencia delictiva y la falta de presencia policial regular, los comerciantes decidieron habilitar este espacio preventivo para garantizar su seguridad y la de sus clientes.
AUSENCIA DE POLICÍAS
Uno de los vigilantes del mercado, explicó que el calabozo es utilizado para evitar situaciones violentas cuando los delincuentes son capturados por la comunidad. Los comerciantes desean evitar que los criminales sean linchados o que escapen antes de que llegue la Policía.
“Si al ladrón lo tenemos afuera hasta que venga la policía, que se demora mucho en llegar, pueden aparecer sus cómplices y crear problemas”, sostuvo.
Justamente el día de ayer, un sujeto fue capturado en flagrancia robando un celular. Muchas personas intentaron lincharlo, sin embargo, para evitar esa situación, tuvo que ser llevado al improvisado ‘calabozo’ hasta que lleguen los efectivos policiales.
El mercado ha instalado cámaras de seguridad en varios puestos, lo que facilita la identificación de los delincuentes. Este método de captura ciudadana es parte de un esfuerzo colectivo para contrarrestar la ola de robos y ofrecer una sensación de mayor seguridad tanto para los vendedores como para los compradores, quienes diariamente se enfrentan a la delincuencia en esta concurrida zona.