La mañana de este sábado 21 de enero, la Policía Nacional del Perú (PNP) ingresó por la fuerza al campus de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNSM), utilizando tanquetas para romper el portón de ingreso, con el fin de desalojar y detener a los manifestantes que se encontraban alojados en el claustro universitario desde su arribo a la capital de diversas regiones del país para participar de la ‘Toma de Lima’. ¿Por qué se realizó esta intervención?
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Alrededor de las 9:30 de la mañana, un fuerte contingente policial, formado por unos 200 efectivos, irrumpió la tranquilidad de la calle Amezaga, donde se encuentra la puerta 3 de San Marcos. Al encontrarla cerrada, procedieron a tumbarla utilizando una tanqueta, tal como se aprecia en algunos videos grabados por vecinos y los propios policías.
Rápidamente, los agentes tomaron control del campus, donde incluso se habían levantado carpas, ingresaron también a los dormitorios de la residencia universitaria y detuvieron a más de un centenar de manifestantes, a los que hicieron acostarse boca abajo en el piso.
Poco antes de la intervención, la universidad comunicó que la noche del viernes 20 un grupo de manifestantes “con el rostro cubierto”, que se encontraban alojados en el campus, “redujeron y sustrajeron los quipos de seguridad y chalecos de todos los miembros de seguridad, golpeándolos... posteriormente, se acercaron a la puerta Nº 6, sustrajeron los equipos y chalecos de los efectivos de la Oficina de Seguridad y Vigilancia que se encontraban en dicho acceso, quienes constataron el robo de 7 aparatos electrónico de seguridad y 7 chalecos”.
Ocho vigilantes se acercaron a la comisaría de la Unidad Vecinal N°3 y presentaron su denuncia. “Indicaron que momentos que se encontraban en sus puestos de vigilancia asignados fueron interceptados por personas, con el fin de sustraerle equipos del puesto de vigilancia y radiocomunicación”, se lee en el parte policial.
“Cabe indicar que los denunciantes hacen mención que por la forma y circunstancias no pudieron observar mayores características, pero ambas partes indican que portaban pasamontañas color oscuro (…) Asimismo, las cámaras de vigilancia del interior de la UNMSM fueron cubiertas por trapos”, añade el documento.
En las imágenes de las cámaras de seguridad se puede apreciar como un grupo de sujetos rodea a los vigilantes y posteriormente trepan por los postes para tapar los lentes de las mismas e impedir que se registre el hecho delictivo.
La misma noche del viernes, la UNMSM, a través de su apoderado judicial, el abogado Abelardo Rojas Palomino, envió una carta al jefe de la Región Policial de Lima, coronel PNP Víctor Zanabria Angulo, donde le narra los hechos y le solicita una pronta intervención. “Se solicita de carácter urgente que el personal de su cargo proceda a la liberación de las puertas tomadas ilegalmente conforme a lo expuesto en el párrafo precedente, con el objetivo de recuperar el recinto universitario de la UNMSM”, dice la misiva.
Por tal motivo, la Policía actuó de inmediato y, sin esperar la participación de la Fiscalía, ingresó a la universidad por la fuerza de “oficio” y debido al “estado de emergencia”, según informó San Marcos en otro comunicado posterior.
Dos horas después de la intervención, el Ministerio Público se pronunció y anunció que sus fiscales de prevención del delito ya estaban en camino y finalmente se hicieron presentes antes de que los detenidos fueran trasladados a la sede de la Dirincri. “
“Han habido comunicaciones y hemos recibido también denuncias por parte de las autoridades de la universidad. Sin embargo, los detalles propios de la intervención los debe brindar la Policía”, señaló el coordinador de las Fiscalías de Prevención del Delito, Alfonso Barnechea, ante la prensa.
“Nosotros hemos actuado dentro del marco de la ley, vamos a verificar la legalidad de todos los actos que se cometan de acuerdo a las funciones y atribuciones que establece nuestra normatividad”, agregó.
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Barnechea detalló que están desplegando unos 20 fiscales ya que, hasta el momento, han sido informados que el número de intervenidos es de unas 200 personas. “Se nos ha informado que están aplicando un criterio de flagrancia delictiva en atención a que aparentemente esta madrugada ingresó un número importante de personas pese a la negativa de las autoridades, y también han hecho referencia a una sustracción de bienes electrónicos”, detalló Alfonso Barnechea.
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