Con la frase “¡Cállate y dame el dinero!”, un hampón armado intentó asaltar al dueño de una pollería. Le disparó en la pierna por resistirse al asalto y fue rescatado por su padre que ahuyentó al ratero al rociarle spray con alcohol en los ojos, en San Juan de Lurigancho. El ratero y su cómplice fugaron en una moto lineal.
A la 1 de la madrugada, Hugo Hinostroza Ulpiano (42), dueño de una pollería, regresó a su casa en el asentamiento humano 19 de abril. Estaba a punto de ingresar y fue encañonado por un delincuente venezolano, que salió de la oscuridad y le dijo al oído: ¡Cállate y dame todo!, mientras le apuntaba con la pistola en la cabeza.
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“Grité con todas mis fuerzas para que mi padre saliera de la casa y el delincuente me disparó en la pierna. A mi padre le apuntó en el pecho y disparó, pero él esquivó el balazo e impactó en la pared. Yo estaba herido y caí con a moto al suelo. Mi papá agarró el frasco con spray que tenemos en la ventana y le roció en los ojos al ladrón. Pude agarrar mi casco de motociclista y lo golpeé en la cabeza”, dijo el agraviado.
El ladrón salió corriendo y subió a una moto lineal, cuyo cómplice lo esperaba a unos metros. El herido fue trasladado primero al hospital de Canto Grande, pero por la gravedad de sus heridas fue trasladado por sus mismos familiares al hospital Dos de Mayo. Tuvo herida perforante de entrada y salida en el muslo izquierdo. Afortunadamente el balazo no causó daños mayores y horas más tarde fue dado de alta.
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El afectado indicó que está seguro que los delincuentes son venezolanos que tal vez lo siguieron desde la avenida para robarle la moto lineal con la que hace repartos vía delivery.
En menos de semana otro empresario es víctima de las ‘peperas’. El empresario ferretero Richard Alex Morales Flores (47) ingresó con una misteriosa mujer, de unos 50 años, a un hostal, y horas después, fue hallado ‘pepeado’ y sin vida en una habitación del hospedaje, en San Juan de Lurigancho. Allegados al hombre de negocios indicaron que él cobró una suma de dinero y luego desapareció.
La tarde del domingo, Richard Morales, se despidió de una de sus trabajadoras y le dijo: “Ya vuelvo, voy a cobrar al otro local”, y nunca regresó. Horas después ya nadie sabía de su paradero. Según se reportó a las autoridades policiales, el hombre de negocios ingresó a las 11 de la noche al hostal ‘Lima Suit’, ubicado en el paradero 8 de la avenida Las Flores, en San Juan de Lurigancho, acompañado de una mujer, que tendría unos 50 años.
Según informó uno de los empleados del recinto, la fémina salió poco después argumentando que se iría a comprar comida y luego regresaría. Eso jamás ocurrió. La noche del lunes, otros trabajadores ingresaron a la habitación, alarmados porque el hombre no salió, y lo hallaron sin vida. De inmediato comunicaron del hecho a la policía de la comisaria de Caja de Agua.
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