Hace dos días había llegado a Perú para hacer turismo en compañía de su esposa, pero terminó viviendo la pesadilla de su vida. No fue 10, 20, ni 50, sino 300 metros los que un ingeniero boliviano fue arrastrado por una banda de ‘raqueteros’ tras robarle su celular, en San Juan de Lurigancho. Todos los sospechosos cayeron luego de una persecución.
Eran las dos de la tarde. Jonás Fernández (33) y su pareja Jhannoth Mamani (25) caminaban por el jirón Los Duraznos cuando un sujeto se acercó a él por la espalda e intentó despojarlo con violencia de su mochila, en la que tenía dinero, ropa y otras pertenencias.
El extranjero se resistió, dio pelea, pero no pudo evitar el robo de su moderno teléfono. El ratero subió a un carro Yaris, color plomo, de placa B4K-012. Una mujer le abrió la puerta y arrancaron.
“Yo he corrido detrás del sujeto. Me he colgado de la ventana del auto. La persona que iba al volante se quiso acercar a otro vehículo para chocar y poderme botar. Yo me agarré bien, no me pudieron botar y yo no iba a soltarlos”, declaró el agraviado.
Fernández besó a la muerte por casi tres cuadras hasta que agentes del Escuadrón de Emergencias Este 1 lo vieron e iniciaron la persecución. Todo ello fue grabado por cámaras de seguridad. Los presuntos ladrones no se detuvieron por lo que los efectivos policiales realizaron disparos al aire hasta que se rindieron. Una vez interceptados, todos terminaron en el piso.
Miguel Vargas Mendoza (19), reconocido por el agraviado como el sujeto que le arrebató el celular, cayó con Laura Pareja (20), Luz Huarcaya (20) y el chofer Orlando Ramírez (43). “A mi me tomaron la carrera y amenazaron”, dijo el conductor. En la maletera del coche se halló dos cuchillos.