Ismael Quispe, un comerciante de San Juan de Lurigancho, fue brutalmente baleado al enfrentarse a un ladrón armado que irrumpió en su pollería. El incidente ocurrió mientras atendía a una mujer y sus dos hijos pequeños. Al intentar proteger a sus clientes y su negocio, Ismael recibió seis disparos, quedando gravemente herido.
Los disparos alertaron a su esposa y a los vecinos, quienes llegaron rápidamente al lugar y encontraron a Ismael en el suelo, ensangrentado e inconsciente. Su hija pequeña, de solo dos años, presenció la aterradora escena y gritaba desesperadamente por su padre.
Después de ser auxiliado y trasladado al hospital, Ismael fue sometido a una cirugía de más de cuatro horas, en la que se le retiró parte del pulmón y se atendieron múltiples fracturas. Aunque su vida ya no corre peligro, teme no volver a caminar, ya que actualmente no siente sus piernas y permanece postrado en cama.
La familia Quispe, que dependía de la pollería como principal fuente de ingresos, está desolada. El negocio permanece cerrado y la incertidumbre sobre el futuro es enorme. Los vecinos, conmocionados por el violento ataque, exigen justicia y que las autoridades capturen a los responsables.
El Depincri de San Juan de Lurigancho está investigando el ataque. La familia y los vecinos esperan que se haga justicia y que los culpables sean capturados para evitar que dañen a más personas inocentes.