Por: Melissa Flores
Fueron ocho años de una relación tormentosa, llena de celos y denuncias por agresión. Marleny Estrada Bolívar (29) era una joven prestamista que acabó muerta y enterrada en su propia casa, mientras que su expareja y padre de sus dos hijos es el principal sospechoso del crimen, en San Juan de Lurigancho.
La víctima conoció a Segundo Apaza Polloqueri (32), un costurero y bordador del emporio de Gamarra, en una fiesta. Los primeros tiempos fueron de felicidad, pero todo cambió. “Peleaban siempre, terminaban y regresaban. Mi hermana no podía hablar con nadie, él era demasiado celoso”, dijo Cinthia Estrada.
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Pero los problemas empeoraron en marzo. “Antes se veían poco por el trabajo, pero cuando empezó el coronavirus tenían que estar juntos todo el día. Fue horrible, peleaban peor”, recordó.
Marleny puso fin a la relación en junio, pero siguió en la vivienda por sus hijos. “Mi hermana se quedó por ellos y porque Segundo le decía que le iba a quitar la casa”, dijo Cinthia.
La última vez que la vieron con vida fue el domingo 12 de julio. Estuvo con tres amigas en la celebración de la agrupación familiar Palmeiras de Huáscar, donde vivía.
EN LA SALA
Fueron más de 50 días de angustia para la familia. “Le preguntamos a mi cuñado y dijo que ella salió a cobrar. Hace dos semanas él se fue de la casa y se llevó a mis sobrinos”, narró la hermana.
La mañana del viernes, los familiares llegaron a la vivienda con la Policía y dos perros guías. ‘Rockys’ y ‘Zeux’ detectaron que el cuerpo estaba enterrado en la sala de la casa, en la que habían colocado cemento y mayólicas.
Para la familia, el principal sospechoso es Segundo Apaza. “Amenazó con suicidarse y matar a mis nietos. ¡Que se haga justicia, por favor!”, clamaron los padres de la fallecida en la Dirincri, donde se formulaba el pedido de detención preliminar en su contra. Su paradero es desconocido.