
La madrugada de este miércoles 17 de diciembre quedó marcada por la violencia en el distrito del Rímac. Lo que comenzó como una reunión entre amigos terminó en un sangriento ataque que acabó con la vida de Luis Alberto Valera Vega, un hombre de 53 años.
El crimen ocurrió en las inmediaciones de la calle Reforma y el jirón Trujillo. Según testigos, Valera Vega se encontraba libando licor junto a conocidos luego de haber participado en un partido de fulbito vecinal, cuando la calma del barrio se rompió de forma abrupta.

Dos sujetos a bordo de una motocicleta aparecieron en escena. Para amedrentar al grupo y evitar cualquier intento de auxilio, uno de ellos realizó disparos al aire antes de dirigir el ataque directamente contra la víctima.
CORRIÓ PARA SALVARSE, PERO NO LO LOGRÓ
Al percatarse del peligro, Luis Alberto Valera Vega emprendió una desesperada huida. En su intento por salvar la vida, corrió varias cuadras hasta ingresar a la vivienda de una vecina, cuya puerta se encontraba abierta.
Sin embargo, el refugio fue inútil. Uno de los sicarios lo persiguió hasta el interior del inmueble y, ya dentro de la casa, descargó su arma a quemarropa. Valera Vega cayó sin vida en la sala, ante el terror de quienes se encontraban cerca.
Peritos de criminalística hallaron en la escena un total de 18 casquillos de bala, evidencia de la ferocidad del ataque. A pesar de que en el lugar había al menos siete personas, ninguna otra resultó herida.
Tras el crimen, los responsables escaparon en la motocicleta con rumbo desconocido. Agentes de la Policía Nacional del Perú acordonaron la zona para facilitar las diligencias y el levantamiento del cuerpo, mientras la calle Reforma permaneció cerrada por varias horas.

AJUSTE DE CUENTAS BAJO INVESTIGACIÓN
Las primeras hipótesis que maneja la Policía apuntan a un posible ajuste de cuentas como móvil del asesinato. También se evalúa la existencia de problemas personales en la vida de la víctima, entre ellos amenazas previas vinculadas a una antigua pareja de su actual compañera.
Hasta el momento, se desconoce a qué se dedicaba Valera Vega, ya que ningún familiar ni amigo quiso brindar información a las autoridades. Vecinos señalaron que solo lo conocían de vista porque acudía a la zona a jugar fútbol.
La Policía ha iniciado las investigaciones y analiza las grabaciones de las cámaras de seguridad del sector, que serán clave para identificar a los dos sujetos implicados en este homicidio.
El asesinato ha generado conmoción e inquietud entre los vecinos del Rímac, quienes exigen mayor vigilancia ante la presencia de sicarios y el incremento de la inseguridad en la zona.
Este nuevo crimen se produce en medio del estado de emergencia dictado por el Gobierno de José Jerí en Lima Metropolitana y el Callao, una medida que busca frenar a la delincuencia y a las organizaciones criminales, pero que vuelve a ser puesta a prueba por la violencia en las calles.











