
El hombre de las cinco vidas. En 2022, la imagen de Raffaello Cárpena conmovió a todo el país. Aparecía en redes sociales y en programas de televisión contando, entre lágrimas, que recorría Ucrania en plena invasión rusa para encontrar a su pequeño hijo Matthew. Su relato era dramático: se mostraba caminando por carreteras destruidas, cruzando fronteras y durmiendo en refugios improvisados. Para muchos, era un símbolo de coraje paternal en medio del horror de la guerra.
Pero la historia tenía otra cara. Tres años más tarde, el mismo hombre que conmovió al Perú terminó reducido por agentes de la Policía en el jirón Cusco, en pleno centro de Lima. Esposado y rodeado de efectivos, Cárpena ya no era el padre luchador, sino el protagonista de una investigación por estafa, suplantación de identidad y robo de vehículos.

El inicio de su caída fue un hallazgo aparentemente menor: una camioneta Honda guardada en una cochera de Chilca, con una placa diplomática que pertenecía a la embajada de Indonesia. Tanto el vehículo como la matrícula estaban reportados como robados. Para los investigadores, aquello no era casualidad, sino parte de una maniobra para burlar controles.
La administradora del local confesó que aceptó guardar el auto y las placas a pedido directo de Cárpena. Lo hizo, según dijo, como “un favor”. Ese testimonio reveló el nivel de confianza que el detenido era capaz de generar para manipular a terceros y mover sus piezas en silencio.
CINCO IDENTIDADES
Las pesquisas posteriores confirmaron lo que la División de Estafas sospechaba desde hace años: Raffaello Cárpena había construido, al menos, cinco identidades distintas desde 1993. Sus nombres y apellidos cambiaban en actas de nacimiento, DNIs y pasaportes, pero siempre con el mismo rostro. Con esos documentos se movía en Perú y Europa, se inscribía en universidades, realizaba trámites internacionales y acumulaba denuncias.
El origen documentado de Cárpena se remonta a Arequipa en 1993, bajo el nombre Dwight Henry Raffaello Terán Llontop, hijo de Henry Terán y Diana Llontop. En 2018 decidió alterar su historia oficial. Presentó en Reniec una resolución judicial de la Corte Superior de Justicia de Arequipa que autorizaba cambios de nombre y fecha de nacimiento. Así, pasó a llamarse Nicolla Raffaello Terán Llontop, nacido en Chiclayo en 1997.
Incluso en España utilizó documentación falsa. En el Perú, registra denuncias por hurto agravado, falsedad genérica, estafa y violencia familiar. La policía comprobó que alteró no solo su identidad, sino también la de su expareja ucraniana, quien logró tramitar un DNI peruano con un acta de nacimiento que pertenecía a otra persona.

En paralelo a su dramático discurso de padre angustiado en 2022, Cárpena continuaba sumando procesos judiciales en Lima, Piura y Sullana. Algunos terminaron archivados, otros siguen abiertos. En todos ellos, el patrón es el mismo: manipulación, falsificación y engaño.
Su habilidad para crear vidas paralelas alcanzó niveles insólitos. En 2018 presentó una resolución judicial falsa, con la supuesta firma de la hoy presidenta del Poder Judicial, Elvia Barrios, para cambiar su identidad en Reniec. El documento era burdo, pero bastó para que la entidad le otorgara un nuevo DNI con información alterada. Así, pasó a llamarse Nicolla Raffaello Terán Llontop, nacido en Chiclayo en 1997.
MÁS ESTAFAS Y DENUNCIAS
En diciembre de 2024 lo volvió a hacer. Registró un acta de nacimiento que lo identificaba como hijo de otras personas y con domicilio en Kiev, Ucrania. Con ello, consiguió otro DNI con el nombre de Dwight Raffaello Cárpena Llontop, sumando una identidad más a su lista.
En Europa se presentaba como estudiante de derecho y hasta colgaba fotos en campus universitarios, construyendo una fachada académica que le permitía ganar credibilidad. Ahí era Nicola Raffaello Cárpena y Salcedo, con identidad española
Más allá de las estafas documentales, Cárpena también arrastra denuncias de violencia. En 2018 su expareja, la ciudadana ucraniana Yelisabeta Zakarchuk, lo acusó de agresiones físicas que incluyeron golpes y ahorcamientos. Ese mismo año volvió a denunciarlo por violencia doméstica y retiro forzoso de su vivienda.
Lo único que nunca cambió en sus múltiples identidades fue su estatura: 1.83 metros. El mismo hombre que conmovió a los peruanos con su relato desde Kiev, es hoy señalado como un estafador profesional que supo engañar a instituciones públicas, embajadas y medios de comunicación durante más de dos décadas.
Su caso deja en evidencia no solo la destreza de un impostor con talento para el fraude, sino también los vacíos de un sistema que permitió validar documentos falsos sin verificación. La gran pregunta que hoy flota tras su captura es la misma que se hacen investigadores y ciudadanos: ¿Quién es realmente Raffaello Cárpena?
Reniec se pronuncia sobre el caso de Raffaello Cárpena
Estallado el escándalo de Raffaello Cárpena, Reniec emitió un comunicado descartando que el sujeto haya registrado cinco identidades distinta en la institución.
Por el contrario Reniec alertó que un intento de esta persona de sorprender a las autoridades mediante ‘la presentación de documentación falsa en registros civiles del interior del país’.
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