De cinco balazos, José Gerardo Becerra Espejo (24), cabecilla de la organización criminal ‘Los ochenta’, fue asesinado ayer lunes cuando comía y bebía en una cebichería del distrito de Víctor Larco, en Trujillo. Los sicarios vestían chalecos y gorras de la Diviac y simularon un operativo policial para reducirlo y asesinaron. Pero, ¿qué es la banda ‘Los ochenta’, quiénes la fundaron y cómo funciona?
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En los años 90, en plena época del terrorismo, varias bandas operaban realizando delitos considerados menores en los sectores deprimidos de la capital de La Libertad. Entre ellas figuraban ‘Los pulpos’, ‘Los clavos del alambre’, ‘Los malditos de Río Seco’ y ‘Los ochenta’, cada uno con su propio territorio, generalmente del barrio donde aparecieron.
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Así, ‘Los ochenta’ tenían como centro de operaciones el distrito de Florencia de Mora y ‘Los pulpos’ El Porvenir. Precisamente ambas organizaciones criminales tienen una larga data de enfrentamientos por el control de las extorsiones, el pago de cupos y asaltos a mano armada.
Su fundador fue Gerardo Becerra Catalán, ‘Loco Gera’, ultimado por hampones rivales en el 2003. Este estaba casado con María del Pilar Espejo Abanto ‘Tía Pilar’, actualmente presa por pertenecer a esa gavilla.
Esta pasó a ser comandada por el hijo mayor de ‘Loco Gera’, Julio Becerra Espejo, ‘Gordo Julio’. Su lugarteniente era precisamente su hermano Maycorth Becerra Espejo, ‘Loco Maycorth’.
La banda sembró el terror en Trujillo. Apoyados por sicarios y prontuariados sujetos, extorsionaba a empresas de transporte público en Florencia de Mora, La Esperanza y El Porvenir, así como a propietarios de negocios.
En el 2004 fue condenado a 20 años de cárcel por homicidio agravado, pero tiempo después fue dejado libre por un juez.
Sin embargo, diez años después, en el 2014, la banda fue desarticulado tras caer ‘Gordo Julio’ junto a su hermano Maycorth, su madre ‘Tía Pili’ y otras 20 personas.
Debido a su peligrosidad, fue llevado a los penales El Milagro, Cajamarca y Lima, y finalmente a Challapalca, en las alturas de Tacna, porque a pesar de estar recluido seguía extorsionando.
Sin embargo, el 15 de noviembre del 2018 se produjo una reyerta en esta última cárcel. Una bronca entre bandos de internos encendió la chispa. ‘Gordo Julio’ cayó muerto y otro reo quedó herido. Incluso, los amotinados secuestraron por varias horas a cuatro agentes del INPE que entraron a poner orden.
Tres días después, el cuerpo del criminal arribó de mañana a su vivienda en la intersección de las calles 26 de Julio con 31 de Enero, en Florencia de Mora. Ni bien descendió de la carroza, sonaron más de 10 disparos al aire y empezaron a tocar música de Centella, Reynaldo y Porongo.
En la puerta de ingreso al velorio del ‘Gordo Julio’ colocaron un banner con su imagen y el siguiente mensaje: “jamás hubiéramos querido que te vayas, fuiste el ser más querido y lo seguirás siendo en nuestros corazones que siempre te recordaremos”.
Durante el velorio se escuchaba la música de ‘El Solitario’ de Reynaldo y el Gran Sexteto.
La organización entonces quedó en manos de Eulogio Ramiro Espejo Abanto, ‘Cailengo’ (49), quien siguiendo la ruta de violencia de la banda, fue asesinado cuando iba a bordo de su camioneta cuatro por cuatro, junto a su acompañante Jorge Wueder de la Cruz Sifuentes (46). Dos motocicletas los interceptaron en la cuadra cuatro de la avenida Estete frente al colegio Santa Rita de Casia Agustinas en el Centro Histórico de Trujillo y los acribillaron.
En el lugar la Policía capturó a José Miguel Ganoza Moya (29), ‘Cabezón’ y pertenecería la banda criminal ‘La Jauría’. Sus cómplices lograron escapar.
Entonces le llegó el turno de liderar a ‘Los ochenta’ a José Gerardo Becerra Espejo, pese a su juventud, en el 2019. Sin embargo, ese mismo año fue capturado tras una infernal balacera registrada en la cuadra cuatro de la calle Atahualpa, en el sector Río Seco del distrito El Porvenir, junto a Mileny Natali Gutiérrez Guzmán, hermana de ‘El Soli’, jefe de “Los Malditos de Río Seco”. Ambos fueron detenidos junto a César Ipanaqué Castro, José Dayvi Gutiérrez Paredes y Antony Smit García Bustos, tras atacar a balazos a dos policías.
Pese a ello, salió libre hasta que este lunes murió acribillado como su hermano y su padre. Ese era su destino.
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