“Mi misión es limpiar al Perú de la escoria”, le confesó a la policía de Huaral cuando fue arrestado, el 28 de diciembre del año 2006. Lo apodaron ‘El Apóstol de la Muerte’ y su nombre era Pedro Pablo Nakada Ludueña. En tiempos en los que los célebres asesinos en serie de Estados Unidos inundan nuestras pantallas a través de películas o documentales de Netflix, esta semana el programa ‘Estás en todas’ recordó que nuestro país también fue aterrorizado por un sanguinario criminal hace casi 20 años.
Nació el 28 de febrero de 1973, en El Agustino, como Pedro Pablo Masías Ludueña, pero cambió su apellido paterno a Nakada en 2003, tras pagarle 800 soles a un ciudadano japonés para que lo adopte con la intención de conseguir una visa para ir a Japón. Sin embargo, nunca llegó a viajar, a diferencia de su hermano, Vayron Jonathan Nakada Ludueña, quien en 2015 fue arrestado en el país del Sol Naciente por matar a puñaladas a seis personas. Sin duda, el árbol estaba podrido.
El padre biológico de Nakada era alcohólico y su madre padecía de una enfermedad mental. Como muchos asesinos en serie, la infancia de Pedro Pablo estuvo marcada por el abuso y las humillaciones. “Mi familia es mala. Mis padres siempre peleaban. Mi papá le pegaba mucho a mi mamá. Yo me escapaba de la casa. Pero volvía por no tener dónde comer”, le contó a la Policía.
Uno de sus peores traumas ocurrió cuando tenía tan solo cuatro años. “Odio a los maricones. Cuando yo era niño, mis hermanos me violaron porque creían que yo había matado a una perra que teníamos y que además estaba preñada. Juro que yo jamás le hice nada al animal”, sostuvo.
‘SOY UN LIMPIADOR’
A partir de ahí, comenzó a torturar y matar animales, hasta que en algún momento de su vida decidió adentrarse aún más en el infierno sin retorno. Aunque Pedro no se veía como un monstruo sino como un salvador. El 1 de enero de 2005, alrededor de las 6 de la tarde, en la playa Chorrito de Chancay, Nakada reclamó su primera víctima.
Armado con una pistola de 9 mm, se interpuso en el camino de Carlos Edilberto Merino Aguilar (26) y le disparó en el tórax y en el abdomen. Luego argumentaría que pensó que lo quería asaltar, aunque fue finalmente Pedro el que robó dinero de Carlos.
“Yo no soy un criminal, soy un limpiador, he librado a la sociedad de homosexuales y vagabundos”, repetía en los interrogatorios. ‘El Apóstol de la Muerte’ confesó 25 asesinatos, aunque oficialmente solo se le condenó por 17. A todas sus víctimas les disparó con pistolas de 9 mm de diferentes marcas. Usaba un silenciador de jebe que él mismo fabricaba con suelas de zapatillas tras seguir un tutorial en internet.
VÍCTIMAS
Estas son todas las víctimas confirmadas de Nakada:
Número | Nombre | Edad | Fecha | Detalles | Motivos |
---|---|---|---|---|---|
1 | Carlos Edilberto Merino Aguilar | 26 | 1-1-2005 | Recibió disparos en el tórax y el abdomen. Posteriormente, Nakada le robó dinero. | Nakada creyó que este le iba a robar. |
2 | Teresa Cotrina Abad | 50 | 31-5-2006 | Recibió dos disparos en la cabeza y murió por un traumatismo craneoencefálico perforante. | Porque la vio fumando cigarrillos. |
3 | Walter Sandoval Osorio | 44 | 20-7-2006 | Recibió un disparo en la cabeza. Sandoval llegó a un hospital, pero murió poco después a causa de sus heridas. | Era un criminal conocido. |
4 | Gerardo Leonardo Cruz Libya | 30 | 8-8-2006 | Murió de un traumatismo craneoencefálico severo por una herida de bala en la cabeza. También quedó sumergido en el fondo de un pozo de agua. | Para evitar que lo traicionara por un delito anterior de robo y asesinato que perpetuaron, que consistió en matar a un hombre y robarle su auto, Nakada quería dejar el negocio y mató a Cruz cuando instó a Nakada a que no lo hiciera. |
5 | Carlos Walter Tarazona Toledo | 21 | 18-8-2006 | Murió a causa de una lesión grave causada por un arma de fuego. | Porque fumaba drogas. |
6 | María Verónica Tolentino Pajuelo | 15 | 19-8-2006 | Le dispararon dos veces, una de ellas en la cabeza. Nakada confirmó que ella era su única víctima que no merecía morir y se sintió horrible por haberla matado. | Nakada fue a matar “fumone” en Santa Rosa y le disparó a Tolentino cuando se acercó. La mató por su bicicleta (que descubrió al final que tenía una llanta rota) y lamentó haberla matado, pero creyó que era un daño colateral con un buen propósito. |
7 | Hugo Vílchez Palomino | desconocida | 18-11-2006 | Por disparo. También le robaron una pistola Baikal, un teléfono celular y un discman de marca Sony. | Lo mataron porque quería acostarse con su esposa. |
8 | Luis Enrique Morán Cervantes | 32 | 22-11-2006 | Desconocido; le robó el taxi después de matar a él y a los dos pasajeros, que eran Carrera y Félix, que estaban con él. | Creía que él, Carrera y Félix estaban usando su taxi para asaltos. |
9 | Pedro Omar Carrera Carrera | 24 | 22-11-2006 | Desconocido | Creía que él, Morán y Félix estaban usando el taxi para asaltos. |
10 | Enoch Eliseo Félix Zorrilla | 22 | 22-11-2006 | Desconocido | Creía que él, Morán y Carrera estaban usando el taxi para asaltos |
11 | Widmar Jesús Muñoz Villanueva | 42 | 19-11-2006 | Fue cosmetólogo. Nakada escuchó rumores sobre Muñoz y sus actividades, por lo que fue a la peluquería Guisella, en la que trabajaba Muñoz. Fingió solicitarle servicios sexuales y le disparó tres veces en el cuello cuando Muñoz se bajó los pantalones. Nakada también robó dinero por valor de 541 dólares después. | Asesinado por ser homosexual y por prostitución (lo que causó muertes porque Muñoz tenía SIDA). |
12 | Nell Cajaleón Pajuelo | desconocida | 10-12-2006 | Recibió un disparo en la cabeza y arrojó su cuerpo por 200 metros. | Asesinado por no dejarse robar su bicicleta. |
13 | Nazario Julián Tamariz Pérez | desconocida | desconocida | Desconocido; le robaron los zapatos y el dinero a él y a Zapata (todo por un valor de 36 dólares) después. | Asesinado por ser homosexual y andar cariñosamente con Zapata en un canal de riego. |
14 | Didier Jesús Zapata Dulanto | desconocida | desconocida | Desconocido; le robaron los zapatos y el dinero a él y a Tamariz (todo por un valor de 36 dólares) después. | Asesinado por ser homosexual y andar cariñosamente con Tamariz en un canal de riego. |
15 | Agustín Andrés Maguiña Oropeza | 46 | 24-12-2006 | Recibió un disparo en la cabeza. | Asesinados porque él y Melgarejo eran alcohólicos y habían sido testigos de uno de sus crímenes anteriores. |
16 | Luis Melgarejo Sáenz | 54 | 24-12-2006 | Recibió un disparo en la cabeza. | Asesinados porque él y Maguiña eran alcohólicos y habían sido testigos de uno de sus crímenes anteriores |
17 | Nicolás Tolentino Purizaca Gamboa | desconocida | 27-12-2006 | Recibió un disparo en la cabeza. La policía trató de salvarlo, pero fue en vano. | Fumaba drogas y había robado a Nakada y a varios otros anteriormente. |
El 28 de diciembre de 2006, tras un gran trabajo de inteligencia, fue finalmente arrestado en el taller mecánico donde trabajaba, en Huaral, cuando planificaba colocar una granada en una discoteca para limpiar el país de los “perdidos y corrompidos”.
Al ser detenido, pidió la pena de muerte. “Pido un pelotón de fusilamiento, algo práctico, como hice con la gente. Les disparé en la cabeza. Si salgo libre continuaré con mi misión de limpieza”, dijo.
Fue condenado a 35 años en la prisión de Lurigancho e intento suicidarse más de una vez. Sin embargo, un informe psiquiátrico ordenó su detención en la sala de enfermos mentales debido a que le diagnosticaron esquizofrenia paranoide, lo que lo hizo inimputable. Hoy continúa ahí encerrado y esperamos que para siempre.
EL HERMANO ASESINO
En 2018, el hermano del ‘Apóstol’, Vayron Jonathan Nakada Ludeña fue sentenciado a muerte por la justicia de Japón por el asesinato de 6 personas en la localidad de Kumagaya, la cual se encuentra ubicada a unos 60 kilómetros del noroeste de Tokio, en el año 2015.
De acuerdo con NHK, la solicitaba la pena máxima para Vayron Jonathan Nakada Ludeña porque los crímenes fueron “extremadamente crueles e inhumanos”. Hay que mencionar que entre las víctima hubo un par de menores de edad.
Sin embargo, su defensa apeló esgrimió el recurso que el ciudadano peruano padecía de esquizofrenia, por lo que no era capaz de hacerse responsable de sus actos.
De igual manera, durante el proceso judicial la Fiscalía le preguntó por el lugar de su residencia, a lo que Nakada respondió que el infierno. Finalmente, se salvó de ser ejecutado y su sentencia fue cambiada a prisión indefinida.