Kevin Espejo Cuya es actualmente el delincuente más buscado del Perú. Su nombre empezó a sonar fuerte en todas las páginas de policiales cuando lo sindicaron como el asesino de los hijos de 10 y 12 años de Israel San Román Doroteo, ‘alias La Tota’, en un atentado en San Miguel que se llevó la vida de seis miembros de una familia.
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Alias ‘Willy’ tiene 26 años y creció en el barrio de ‘Los Lobos’, en el asentamiento humano José Olaya del Callao. Sus padres trabajaban en una carnicería del Callao. Su papá llegó a Lima muy joven desde Jauja y nunca tuvo problemas con la justicia. Su vicio era el alcohol.
Antes que Espejo cumpliera los 15 años, sus papás se separaron y el se quedó con su madre, junto a sus dos hermanos mayores.
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WILLY SE UNE A LOS LOBOS
Jonathan Tolentino Meza, alias Mascafierro, era el más famoso delincuente de Los Lobos en 2010. Era un conocido microcomercializador de pasta básica especializado en asaltos a mano armada. Con 13 años, Espejo y su mejor amigo del barrio Harold Farroñay Benites, veían como referente a Mascafierro y poco después se sumaron a su banda.
El primero en meterse en problemas con las autoridades fue el hermano mayor de Kevin, Junior Espejo. En noviembre de 2012, cuando este tenía 20 años, recibió un disparo en la pierna mientras estaba en un parque. El amigo que lo acompañaba, un vendedor de drogas del barrio, recibió un balazo en la cabeza y murió. Junior se alejó del hampa desde aquella traumática tarde.
Kevin Espejo
En ese momento, Kevin Espejo tenía 16 años y ya era conocido por asaltar transeúntes con su amigo Harold Farroñay. Una vez que terminó el colegio, ingresó a estudiar topografía.
Cuando cumplió 18 años, empezó a robar mercancía de los contenedores de tráilers que entraban y salían del puerto del Callao. Para ese entonces, la Policía ya estaba tras los pasos de Farroñay y denominaron a la banda como ‘Los Lobos’.
Kevin Espejo fue detenido por primera vez a los 20 años. Había robado en la fábrica de cementos ‘Celima’ junto a su amigo Farroñay y en su huida, cayó en las manos de la Policía. Sin embargo, nunca pisó la cárcel.
Al siguiente año, fue contratado por un traficante de terrenos y fue detenido nuevamente junto a docenas de delincuentes que habían tratado de tomar un predio en SJM. En esa oportunidad, tampoco fue a prisión.
No pasó mucho tiempo y Kevin Espejo sacó una licencia en SUCAMEC para portar armas. Se compró una pistola de 9mm y con sus amigos solía bromear asegurando que ahora sí ‘podía disparar de forma legal’.
A finales de 2019, Mascafierro fue condenado a cinco años de cárcel por tenencia ilegal de armas y Farroñay se convirtió en el nuevo jefe de ‘Los Lobos’.
En octubre de 2021, Kevin Espejo terminó sus estudios de topografía, pero seguía metido en el mundo del hampa. En ese momento, era el principal sospechoso de un homicidio sin resolver. Y es que la Policía lo investigaba por la muerte de Israel Cárdenas Castrillón de 20 años, un vecino del barrio y examigo de Farroñay. Según la investigación de las autoridades, la última vez que vieron con vida a la víctima fue en el auto de alias ‘Willy’. Al día siguiente su cadáver apareció en la ribera del río Rímac con un disparo en la cabeza.
Kevin Espejo habría amenazado de muerte a Cárdenas días antes, pero a falta de pruebas, el caso se congeló y la familia de la víctima no declaró por temor a represalias.
En noviembre de 2021, Farroñay y Espejo comenzaron a trabajar para David Durán Larrea, ‘Loco Franco’. Los jóvenes eran los encargados de cobrar cupos en una obra de agua y desague en la avenida Circunvalación.
Loco Franco ya se había hecho un nombre en el mundo del hampa por extorsionar a empresarios en SJL. Decidió mudarse al Callao porque la Policía estaba tras sus pasos. Según Hildebrandt en sus 13. Loco Franco habría decidido contratar a Kevin Espejo como su guardaespaldas porque tenía permiso para portar armas.
En diciembre de 2021, Espejo y Farroñay asaltaron un camión con 350 laptops en la avenida Colonial. Como en las anteriores oportunidades, ambos delincuentes salieron airosos de la investigación.
El 7 de diciembre de 2022, efectivos policiales del Callao detuvieron a Loco Franco y a Kevin Espejo. Incautaron el departamento del primero y encontraron una pistola no registrada y 2 kilos de PBC. Sin embargo, ambos delincuentes salieron libres en los siguientes días y el juez concluyó que la intervención había sido ilegal.
Mientras Kevin estaba en prisión, los familiares de su antigua víctima, Israel Cárdenas, fueron ante las autoridades a mostrar las pruebas que decían incriminar a Willy. Cuando el sicario salió de la cárcel, fue hasta la casa de los familiares de Cárdenas y los amenazó de muerte.
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