
Usaba su belleza para controlarlo. Un nuevo audio sacude las investigaciones contra la organización criminal ‘Los Killers de Ventanilla’, y pone en evidencia el rol que cumplía Mishelle Ortiz Ubillús, alias ‘La Sicariona’, dentro de la banda. En la grabación, la joven de 29 años no solo admite su influencia en la banda, sino que deja claro cómo manipulaba a su pareja, Gianfranco Torres Navarro, alias ‘Gianfranco 23’ o ‘El Loco Gianfranco’, para que cometiera extorsiones con el fin de pagar sus caprichos personales.
“Y el Gianfranco es el 30... Está que se ca... y se muere por mi y suplicándome. Y ahí lo hago que extorsione, que me mande su plata para mandarte y pagar la plata”, dice la propia ‘Sicariona’ en el audio enviado a su madre.
La grabación, difundida por el noticiero de Latina, no solo refleja una actitud arrogante, sino también la conciencia plena del poder que ejercía dentro de la red criminal. Lejos de negarlo, la voz de Mishelle revela que ella misma impulsaba las extorsiones en obras públicas de Ventanilla, que, según las autoridades, están manchadas con sangre debido a los enfrentamientos y atentados provocados por ‘Los Killers’.
El mensaje revela cómo ‘La Sicariona’ convertía a su pareja en su instrumento de presión criminal, todo para sostener un estilo de vida que incluía ropa cara, viajes y lujos. “No te preocupes, que sí o sí cancelamos la tarjeta”, se le escucha decir con tono despreocupado.
Curiosamente, en uno de los videos que solía subir a TikTok utiliza un audio que decía: “Reina, consíguete un hombre que en lugar de andarse quejando de que eres bien consentida, te consienta más. Si no, ¿pa’ qué?"

DEL TIKTOK A LOS AUDIOS DE LA VERGÜENZA
Mishelle Ortiz, quien alguna vez fue conocida como la ‘reina del TikTok’ por sus videos ostentando dinero y armas, hoy enfrenta una orden de detención preliminar tras ser extraditada desde Estados Unidos. Aunque en su captura intentó mostrarse altiva —“es que estoy mal vestida”, dijo a los policías—, el contenido de los audios hunde aún más su imagen y demuestra que no era solo la pareja del cabecilla: era una operadora directa del delito.
Según la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac), ‘La Sicariona’ habría manejado entre 4 a 5 millones de soles, producto de las extorsiones que ordenaba a su pareja ejecutar. El dinero circulaba a través de ella, la misma que ahora intenta minimizar su rol en la organización criminal que sembró el miedo en Ventanilla.

Falta ahora extraditar a ‘Gianfranco 23’ que lleva ese número por la cantidad de víctimas mortales que tiene. Según la Policía, en 2017 mató a un dirigente de construcción civil y desde entonces tomó la batuta en este rubro.
El 27 de marzo del año pasado, ambos atentaron contra un cómplice suyo en el restaurante El Tronco de San Miguel. Dicha persona resultó herida, pero murió el policía retirado César Quegua Herrera (62), quien trabajaba como vigilante particular en el local.
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