
Doña Elena vive en San Juan de Miraflores, tiene su pequeña bodega en Villa El Salvador y cada vez que puede tomarse un descanso le gusta ir a caminar por las zonas turísticas del Cercado de Lima. Quizás no lo sepa, pero esa rutina a la que está acostumbrada la hace recorrer tres de los diez distritos donde la Policía ha reportado más actos de extorsión. Solo en Lima Metropolitana, hasta el 31 de julio de este año, el Sistema Informático de Denuncias Policiales (Sidpol) contabilizó 6682 denuncias por ese delito. Esta cifra supera largamente a la cantidad de denuncias del año pasado: 4325.

Don Rafael vive al otro lado de la ciudad. En la esquina contraria: Lima norte. Creció en Comas y ahora trabaja en Carabayllo, distritos caracterizados por gente ‘chambera’ que siempre busca salir adelante a base de esfuerzo. Hoy, muchos de ellos tienen que lidiar con las amenazas del hampa que no los dejan progresar.
Doña Elena y don Rafael no se conocen, cada uno hace su vida a horas de distancia, pero además de ser emprendedores, tienen algo más en común: viven en los distritos donde la extorsión parece haberse apoderado de sus calles.
NÚMEROS QUE ASUSTAN
Según estadísticas de la Policía Nacional, Cercado de Lima es el distrito con más denuncias por extorsión: 950 en total. Barrios Altos, Conde de la Vega, Mirones Bajo y Mirones Alto son zonas con el índice más elevado.
Incluso, Cercado de Lima ya registró más del doble de denuncias en comparación con las del año pasado, que fue de 432.
Le siguen a Cercado de Lima:
- San Juan de Lurigancho: 930
- Ate: 496
- Comas: 455
- Puente Piedra: 397
- Villa El Salvador: 319
- Carabayllo: 286
- San Martin de Porres: 276
- Los Olivos: 274
- Chorrillos: 258
- No muy lejos de ellos está Villa María del Triunfo con 192
A comparación del 2024, San Juan de Lurigancho está a poco de superar en un 50% las denuncias reportadas el año pasado, que fue de 665.
Día a día vemos en la televisión, leemos en los diarios o escuchamos en la radio ataques a comercios, transportistas, empresarios, pequeños negociantes, emprendedores y muchos más.
Grabaciones de camaras de videovigilancia son la mejor prueba de que no solo Lima, sino el país entero, atraviesa una crisis en temas de seguridad ciudadana que el Gobierno no sabe cómo contrarrestar.

A PLENA LUZ DEL DÍA
Hace días, en Chorrillos, cuya dirección exacta evitaremos mencionar, se produjo otro ataque por parte de extorsionadores.
Dos sujetos con los rostros cubiertos con cascos llegaban en moto lineal al lugar que era su objetivo. Como presintiendo que iban a perpetrar algo malo, un perrito les ladró y persiguió. El que iba detrás intentó ahuyentarlo con su pie y la mano.
Al llegar, el copiloto bajó y se acercó a la vivienda. Su cómplice avanzó. El extorsionador vió su celular, quizás para verificar la dirección, y se acercó a la puerta.
Tras detonar el explosivo, el criminal corrió hacia la moto filmando con su teléfono y fugaron. Todo en cuestión de segundos. La víctima es un comerciante de Lima sur. Casos así suceden todos los días, a cualquier hora.

Este último jueves, en San Juan de Lurigancho, una cantante folclórica también sufrió el ataque por parte de extorsionadores. Le detonaron un cartucho de dinamita en la puerta del edificio multifamiliar donde vive. Le exigen el pago de 80 mil soles. Hace un año, ella abonó diez mil soles a otra banda para trabajar tranquila. Hoy, analiza dejar su carrera artística.
Centros educativos, de nivel inicial, primaria y secundaria, y choferes de transporte público también se han convertido en objetivo de los criminales. Ya no les importa ‘chocar’ con los más pequeños.

LOS DISTRITOS MÁS “SEGUROS”
Contrario a los distritos con más denuncias por extorsión se encuentran varios de Lima sur:
- Santa María del Mar no registra denuncias
- Pucusana: 4
- Punta Hermosa: 5
- Punta Negra: 5
- San Bartolo: 7
- Santa Rosa: 11
- Barranco: 18
Después de Lima Metropolitana, con 6682 denuncias por extorsión, siguen La Libertad con 2759, Piura 1751, Región Lima 847 y Lambayeque 630.
En todas las ciudades, el incremento es notorio si es comparado con las de años atrás. Por eso tenga mucho cuidado cuando salga a la calle. A veces el peligro está donde uno menos lo espera.












