Solo se ingresaba con un pase especial. Tragos por montón, drogas y música. Nada faltaba. Era una fiesta A-1 con el título de ‘rumba colombiana’ y la ubicación era ‘caleta’ (secreta). Ni el toque de queda la arruinaría. Veintitrés varones y 11 extranjeras habían empezado el reventón en el primer piso de un inmueble de La Victoria y luego irían a un ambiente donde funcionaba un prostíbulo clandestino, pero la Policía llegó y la dio por concluida.
Eran las 11 de la noche y, mientras los asistentes se divertían sin mascarillas, no respetando el distanciamiento social, las autoridades se alistaban a dar el golpe en el predio de la cuadra 12 de la avenida Canadá, en La Victoria.
“Sabíamos que se iba a realizar una fiesta de extranjeros en el distrito. Compartimos la información con la Policía y los intervinimos en flagrancia”, dijo el alcalde de La Victoria, George Forsyth.
Más de 70 efectivos del grupo ‘Terna’ y Escuadrón de Emergencia, así como serenos y fiscalizadores distritales, cercaron todo el lugar. Nadie pudo huir.
Los varones, que fueron por placer, terminaron en el piso. Varios tosían y no se descarta que estén contagiados de coronavirus. A un lado, siete colombianas, tres venezolanas y una argentina. Todas en minifaldas, tacos y con escotes.
“Era un foco de contagio porque el lugar es pequeño”, señaló el director de la Región Policial Lima, general Jorge Cayas.
Los agentes revisaron cada rincón del primer piso que antes funcionaba como restaurante. Allí hallaron una pistola en poder de un parroquiano. “Se ha encontrado clorhidrato de cocaína”, precisó Forsyth en su cuenta de Instagram.
En el segundo piso había dormitorios, camas y preservativos, además de las entradas que fueron repartidas previo contacto por redes sociales.
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