
Un acto repudiable. Mientras el suboficial José Gabriel Munive Gurmendi luchaba por su vida tras recibir varios disparos en un tiroteo con delincuentes en La Victoria, un joven de 22 años aprovechó el caos para robarle el arma de reglamento. La Policía Nacional ya lo identificó como Anthony Francisco Rosales Orozco, un sujeto con antecedentes por robo y disturbios en la vía pública.
Los hechos ocurrieron el domingo 3 de agosto, en el cruce de la avenida San Pablo con el jirón Italia, cuando efectivos de la comisaría de Apolo enfrentaron a una banda criminal que intentaba asaltar un camión de abarrotes.
Las cámaras de seguridad registraron toda la secuencia. Tras el tiroteo, en el que cayó gravemente herido el suboficial Munive, Rosales aparece en escena, se aproxima al cuerpo del agente, patea el arma caída y se la lleva tranquilamente, como si no ocurriera nada a su alrededor. Luego saca su celular y finge indiferencia en plena escena del crimen.
LLEGÓ A SU CASA CON EL ARMA Y DESAPARECIÓ
Gracias al seguimiento de varias cámaras de videovigilancia, se logró rastrear a Anthony Rosales hasta su domicilio, ubicado en el jirón Isabel La Católica, a pocas cuadras de donde ocurrió la balacera.
Los agentes llegaron al inmueble el lunes siguiente. Allí fueron recibidos por los familiares del joven, quienes confirmaron a la policía que Anthony llegó esa misma noche con un arma de fuego. Su hermano relató que le pidió que devolviera el arma o se presentara en la comisaría, pero Rosales ignoró el consejo y, desde entonces, no se sabe nada de él.
“Él me dijo: ‘Mira un arma, un arma’. Y yo le digo: ‘No, devuelve eso. Acá no lo traigas’... Porque acá eso es matanza”, narró el hermano del sujeto buscado. Incluso su abuelo lo encaró: “Papito, dime la verdad, ¿qué has hecho?”, a lo que Rosales solo respondió: “Me la he encontrado”.

UN POLICÍA MUERTO, OTRO GRAVE Y UNA SOCIEDAD INDIGNADA
Durante el violento intercambio de disparos, el suboficial José Munive fue abatido pese a llevar chaleco antibalas —comprado con su propio dinero—. Su compañero, el suboficial Harry Alison del Carpio Valdez, también resultó herido de gravedad y permanece internado en el hospital.
Además, una menor de edad y un civil también fueron alcanzados por las balas durante el tiroteo.
En el mismo enfrentamiento, la policía abatió a uno de los delincuentes, identificado como Harrison De Jesús Rojo Azuaje, de nacionalidad extranjera. Su cuerpo continúa en la Morgue Central de Lima y hasta el momento nadie ha ido a reclamarlo.

SIGUEN LAS INVESTIGACIONES Y LA BÚSQUEDA
La Policía Nacional ha informado que al menos cuatro delincuentes más estarían implicados en este intento de robo frustrado que terminó en tragedia. Las imágenes de seguridad continúan siendo analizadas y ya se ha activado la alerta para dar con el paradero de Anthony Rosales y los demás involucrados.
Por el momento, Rosales está siendo investigado por delito contra el patrimonio en agravio del Estado. La indignación entre los agentes es total: “¿Cómo se van a llevar el arma de un policía que está agonizando?”, cuestionó uno de los efectivos a cargo de la investigación.
Las autoridades han reiterado su compromiso de esclarecer los hechos y hacer justicia por la muerte del valeroso suboficial Munive. La cacería por el sujeto que robó el arma ya está en marcha.










