En 1966, volvió a ser escenario de un escabroso asesinato. El reconocido psiquiatra y antiguo presidente de la Sociedad Peruana de Psicología, Segisfredo Luza Bouroncle, decidió tomar la vida de un joven quien pretendía a una de sus pacientes, Martha Vértiz. Él tenía 34 años, mientras que ella solo 22.

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Los celos lo cegaron y llevaron a que Segisfredo le disparara 15 balas al pretendiente de quien él se había enamorado. A pesar de que durante la época en la que cometió dicho delito existía la pena de muerte, se salvó de la muerte y más adelante participó en el gobierno de Alberto Fujimori.

EL COMIENZO DE SU HISTORIA DE AMOR

Martha Vértiz decidió ir con el psiquiatra porque sufría de ataques de histeria. Además, debido a que su familia la estaba obligando a que se case con su primo, ella estaba deprimida. Ello la llevó al consultorio del Dr. Luza.

Entre ambos hubo una simpatía correspondida. Si bien Sgisfredo estaba casado, le prometía a Martha que pronto se iba a divorciar, aunque ella los veía como algo vacío. Eso se confirmó cuando Luza viajó a Europa con su esposa.

Sin embargo, cuando él regresó y se volvió a encontrar con Martha, quien era su amante, ella le contó que había iniciado una relación con Fares Wanus. Él tenía origen árabe y la misma edad que ella, por lo que le dijo que se iba a casar con el ahora su pretendiente.

A la izquierda, Segisfredo Luza y su esposa Teresa de Ravago. A la derecha, Martha Vértiz. (Foto: Archivo Caretas)
A la izquierda, Segisfredo Luza y su esposa Teresa de Ravago. A la derecha, Martha Vértiz. (Foto: Archivo Caretas)

CEGADO POR LOS CELOS

Al oír esa noticia, Segisfredo en un estado de depresión, decidió ubicar, llamar y citar a Wanus para conversar. El día exacto de dicho encuentro fue el 13 de octubre de 1966 en el mismo consultorio de Luza en los altos del Bar Monarca.

En el antiguo edificio que se encontraba en la avenida Guzmán Blanco, Wanus le dijo al Dr. Luza que se olvidara de Martha de una vez. Ante dicho pedido, el psiquiatra le dijo al joven que esperara en su escritorio mientras iba por una pintura que le había pedido Martha.

Al regresar a la sala donde estaba Wanus, Segisfredo tenía una Browning 9 milímetros en la mano. Le vació 14 balas. El joven cayó sobre una silla donde la dio un último tiro en la cabeza. Para ese momento, Luza tenía las pupilas extraviadas.

LA CONDENA DE SEGISFREDO LUZA

Durante esa misma madrugada, Luza decidió entregarse a la policía para en los próximos días empezar su juicio con tres peritajes psicológicos. En el resultado que durante el crimen estaba “en estado paranoide y en un cuadro de delirio pasional”.

Con estas declaraciones, la pena de muerte se atenuaba, que en la época habría sido la respuesta directa ante la ley. Para abril de 1971 lo sentenciaron a ocho años de prisión. Pero para julio de ese año, le escribió una carta al ex presidente Velasco Alvarado, donde le contó su infortunio y este lo indultó.

SU PAPEL EN EL GOBIERNO DE ALBERTO FUJIMORI

Para corresponder el gesto del expresidente, empezó a trabajar ad honorem en la Oficina Central de Información del gobierno peruano. Estuvo a cargo del Departamento de Operaciones Psicológicas, en una oficina que hacía campañas de comunicación para alejar al pueblo de la protesta.

Durante muchos años se manto en dicha entidad. Para cuando Alberto Fujimori llegó al poder, Segisfredo empezó a asesorar el Servicio de Inteligencia Nacional de Vladimiro Montesinos. Luego de ello, luego del ‘paquetazo’ y el aumento de precios. Así empezaron los psicosociales.

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