Unidos por la sangre y el delito. Tío y sobrino fueron detenidos en El Agustino y las autoridades los acusan de integrar una banda dedicada al robo de celulares.
En el suelo y encañonados por los policías acabaron Juan Carlos Gómez Ayala (47), ‘Chato Valentín’, y Roberto Ramírez Gómez (37), ‘Mostro’, ambos de ‘Los Rapiditos de Santa Anita’.
Detectives de la División de Investigación Contra el Crimen Organizado (Divincco) de la Dirincri, que les seguían los pasos, interceptaron el vehículo con letrero de taxi en el que se iban ambos sujetos, en la cuadra siete de la avenida Riva Agüero.
En un primer momento trataron de oponer resistencia, pero al ver la cantidad de detectives se rindieron. Ambos fueron bajados a la fuerza y reducidos.
En el vehículo tenían una pistola con el número de serie erradicado y seis celulares que habrían sido robados durante la noche.
‘Los Rapiditos de Santa Anita’ operaban en los paraderos de la avenida Javier Prado Este cerca de la Universidad de Lima. Para no despertar sospechas y poder elegir a su víctima, al automóvil que usaban le colocaban un letrero de taxi.
Para apoderarse de los teléfonos usaban dos modalidades. El copiloto bajaba del carro y sorprendía a la persona que hablaba por el teléfono, se lo arrebataba y subía al carro por la ventana para fugar. La otra era atacar en los paraderos en forma violenta.
Un tercer integrante de la banda y que se movilizaba en moto lineal está en proceso de identificación. Entre el tío y sobrino detenidos registran doce antecedentes por los delitos de robo, hurto agravado y violencia familiar.
Los celulares eran vendidos a un receptador, también en proceso de identificación.