
El caso de Xiomara Solier Anaya, una joven madre de 26 años con cinco meses de embarazo, estremeció a Villa El Salvador luego de que su cuerpo fuera hallado en la zona de playas del distrito.
La familia denunció que la mujer presentaba múltiples lesiones y que habría intentado defenderse antes de que su captor acabe con su vida.
La víctima, madre de tres pequeños y a punto de recibir a un cuarto hijo, había desaparecido la noche del 16 de noviembre. Horas después, la búsqueda familiar terminó de forma trágica cuando las autoridades confirmaron que el cuerpo encontrado correspondía a Xiomara.
Según los familiares, la joven había mantenido una relación con Ricardo Sánchez Aranda, a quien consideran el principal responsable de lo ocurrido. Tras el crimen, el hombre no volvió a presentarse, lo que reforzó las sospechas en su contra.

Los minutos previos a la desaparición de Xiomara
El testimonio del padre sostiene que la última comunicación con Xiomara se dio pasadas las diez de la noche, momento en que su celular quedó inactivo y dejó de responder por completo. Fue entonces que empezó la desesperada búsqueda.
Los familiares salieron a preguntar a vecinos y conocidos, quienes afirmaron haber visto a la joven subir a un vehículo en el que, según el entorno cercano, se encontraba su pareja.
El padre relató que conocía poco al hombre y que, desde el inicio, desconfiaba de él por comentarios asociados a episodios de maltrato.
La madre de familia había salido aquella noche con la persona que consideraba su compañero y el padre del bebé que esperaba. Sin embargo, su entorno afirma que llevaba tiempo enfrentando momentos difíciles en esa relación.
Hallazgo en la playa de Villa El Salvador
La mañana siguiente llegó la llamada que nadie quería recibir: el cuerpo encontrado en la orilla pertenecía a Xiomara. Su padre contó que las imágenes del levantamiento del cadáver mostraban heridas profundas en zonas del cuello y la cabeza, además de signos de golpes y cortes.
Para la familia, estas lesiones evidencian que hubo una lucha previa y que la joven trató de protegerse pensando en sus hijos. La brutalidad del ataque ha generado indignación entre quienes la conocían.
Xiomara era descrita por su entorno como una mujer trabajadora, cariñosa y entregada por completo a la crianza de sus tres pequeños. Hace unos meses había decidido mudarse para formar un espacio propio con ellos, mientras esperaba la llegada de su cuarto bebé.
Su padre recordó que ella tenía planes claros: quería estabilidad, viajar y construir un futuro más seguro para su familia. Explicó, además, que su hija siempre fue una persona solidaria y que “daba la vida” por sus niños.

El silencio de su pareja tras el crimen
Tras confirmarse la muerte de Xiomara, la familia intentó ubicar a Ricardo Sánchez Aranda en la dirección consignada en sus registros, pero no lo encontraron. Aseguran que el hombre tenía antecedentes por violencia, robo y tráfico de drogas, lo que refuerza la preocupación por su paradero.
Los familiares sostienen que Xiomara calló por miedo, pero que tras conocer nuevas agresiones, están convencidos de que sufría maltrato desde hacía tiempo.
El padre de la joven pide que el caso no quede impune y que se capture al principal sospechoso. Aunque admite estar devastado, confía en que las autoridades actuarán con rapidez y evitarán que este crimen quede archivado.
La familia recuerda a Xiomara como una mujer noble, trabajadora y valiente. Hoy, esperan que su muerte impulse más protección para mujeres en riesgo, en un contexto donde los casos de violencia continúan en aumento.











