
La reciente captura de Erick Moreno Hernández, alias El Monstruo, en Paraguay, no solo destapó el escondite del cabecilla de ‘Los Injertos del Cono Norte’. También desató una bronca internacional entre las policías de ambos países, marcada por versiones contradictorias y un fuerte malestar de las autoridades paraguayas por lo que consideran intentos de la Policía Nacional del Perú (PNP) de “colgarse la medalla”.
Según medios guaraníes, todo el operativo fue obra exclusiva de la Policía Nacional de Paraguay. Sin embargo, en Perú, coroneles de la Dirincri aparecieron en televisión asegurando que la captura se concretó gracias a información de inteligencia enviada desde Lima. Incluso insinuaron la presencia de agentes peruanos en territorio extranjero, algo que fue rotundamente desmentido.

“Absolutamente falso”, señaló en su informe el periodista Iván Leguizamón, de ABC, al recalcar que ninguna fuerza externa participó en el operativo de San Lorenzo.
LA MOLESTIA GUARNÍ EN PLENO OPERATIVO
La tensión aumentó cuando, tras la detención, cuatro oficiales peruanos llegaron recién al día siguiente a Paraguay, entre ellos el coronel Franco Moreno Panta, jefe de Secuestros y Extorsiones, y el coronel Juan Carlos Montúfar, jefe de Robos. Ambos solicitaron participar de la conferencia de prensa y hasta posar en fotos junto al detenido, lo que generó incomodidad.
La Policía paraguaya permitió que se tomaran la imagen protocolar, pero les negó cualquier otro protagonismo, dejando en claro que el trabajo fue exclusivamente suyo. Pese a ello, la PNP difundió un mensaje en su cuenta de X, antes Twitter, en el que aseguró que El Monstruo estaba bajo custodia de su equipo especial y que sería puesto a disposición de las autoridades nacionales.
Esa publicación encendió aún más los ánimos. “La custodia nunca pasó a manos peruanas”, respondieron fuentes policiales de Paraguay, dejando claro que el criminal continúa en una cárcel de máxima seguridad de ese país mientras se tramita la extradición.
El episodio reveló la molestia latente en Asunción por lo que consideran un intento de apropiación indebida de un trabajo que les demandó meses de seguimiento e inteligencia.

“EL MONSTRUO: ¿QUIÉN ME DELATÓ?”
La detención de El Monstruo se realizó en un inquilinato de San Lorenzo, donde vivía desde hacía cinco días. Allí, el capo fue sorprendido viendo televisión, sin armas y en condiciones precarias, acompañado de una mujer paraguaya. Al ser reducido, solo atinó a preguntar: “¿Quién me delató?”.
Los policías respondieron que había una recompensa por su cabeza, a lo que Moreno ofreció quintuplicar el monto e incluso entregar un millón de dólares a cambio de la identidad del informante. Pero su oferta resultó absurda: en su cuarto apenas tenía una cama y ni siquiera un ropero.

El operativo fue encabezado por el comisario Hugo Granse, quien viajó más de 460 kilómetros desde Pedro Juan Caballero. Participaron más de 50 agentes, de los cuales 10 ingresaron al inmueble mientras otros rodeaban la zona.
El propio Moreno reconoció luego ante la prensa: “Yo no soy santo. Quiero responder por lo que hice, pero no que me culpen por lo que no hice”. Insistió en que no aceptará una extradición abreviada y pidió permanecer en Paraguay alegando graves problemas de salud.
Mientras tanto, la bronca entre las policías de Perú y Paraguay sigue en aumento. Lo cierto es que El Monstruo ya está en manos de la justicia guaraní y la última palabra sobre su destino la tendrán los jueces de ese país.
¿QUÉ DIJO EL MONSTRUO TRAS SU CAPTURA?
La mañana del jueves, Erick Moreno declaró para la prensa paraguaya y no rechazó ser un delincuente, aunque aseguró que ya dejó esa vida hace mucho tiempo. Apareció desde el Departamento de Investigaciones de Asunción con una capucha en la cabeza para ocultar su rostro.
“Yo aqui no he cometido ninguna clase de delito ni tampoco estuve involucrado en la muerte de policía en Brasil porque jamás estuve allá. No soy una persona santa y lo dije muchas veces, pero tampoco he sido partícipe de los demás secuestros que se realizaron en mi país”, comentó para la prensa de dicho país.
Además, dijo desconocer del secuestro de una niña de 12 años ni tampoco de los atentados contra transportistas en Perú.
“Lastimosamente en mi país existe la corrupción y tengo muchos enemigos que toman mi nombre para lucrar. Mis enemigos son Jorobado, Miguel Marín, personas que tienen arreglada a la policía en Perú, son criminales pero les pagan a la policía”, se defendió.
Asimismo, El Monstruo dijo que sus enemigos luchan con él por posiciones, en su momento y resaltó que no tiene riquezas ya que lo capturaron en una humilde vivienda.
“Ustedes son personas inteligentes y han visto cómo vivo yo, no tengo ni un ropero, yo decidí alejarme de esto hace mucho tiempo pero lastimosamente mi pasado me condena”, refirió.
Erick Moreno dijo que estaba en Paraguay por su seguridad, porque intentan atentar contra su vida. “Estoy corriendo de mis enemigos. estoy aquí hace dos años. Se me culpa de la muerte de policía de Brasil jamás nunca estuve en Brasil. Estuve en Bolivia, en Santa Cruz, y de ahí vine a Paraguay”, dijo.
En ese sentido, refirió que en Paraguay no tiene la protección de nadie y que desconoce a las organizaciones criminales con las que se le involucra. “Yo quiero ser responsable de mis actos, no de cosas que me imputan de más por estar quemado. Como estoy quemado y la Policía no tiene a quién culpar, todo me involucran a mí”, acotó.
Una periodista paraguaya le preguntó sobre los delitos que sí reconoce, a lo que el Monstruo aseguró que lo hablaría en su momento, ante la justicia de Perú.
“No quisiera entregarme pero va ser así, yo soy un delincuente y el Estado puede más. ¿Usted se entregaría señorita? Tengo familia, hijos, tengo gente que me quiere por eso decidí huir, yo dejé esos pasos hace mucho tiempo, existen muchas bandas criminales en mi país, que toman mi nombre para poder lucrar. El domingo pasado salido un reportaje en Panorama donde hacen muchos atentados con mi nombre, hubo audios, pero el Estado puede más que yo porque soy un delincuente", comentó.
Asimismo, sobre los audios donde se le escucha coordinar los atentados y extorsiones, aseguró que fueron editados. “Estamos en 2025 y la ciencia todo lo puede cambiar, no todo es cierto de los audios, esas cámaras las puse por seguridad de mi hija y de la madre de mi hija”, refirió.
Finalmente, cuando le consultaron si la Policía de Perú le advertía de los allanamientos que iba a realizar la Policía de Paraguay, respondió afirmativamente. “Siempre, siempre, siempre recibía información de la policía peruana, era mi mayor protección”, concluyó.
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